Publicado: septiembre 18, 2025, 2:00 pm
Las enfermedades cardiovasculares todavía son un reto para España debido a su alta tasa de mortalidad. Con un fuerte impacto en la salud del corazón y la circulación sanguínea, estas afecciones están detrás de los casos de infarto, arritmias, insuficiencia cardíaca y la hipertensión. De hecho, la presión arterial alta se expande como una epidemia entre la población, sobre todo aquella sedentaria y con hábitos poco saludables. La alimentación ultraprocesada está dentro de los factores de riesgo, por lo que los profesionales médicos siempre ahondan en la importancia de incluir cada día una dieta saludable llena de proteínas, verduras, frutas o fibra.
Sin embargo, dentro de esta búsqueda de la alimentación saludable, a menudo, se olvida de la importancia de la hidratación. En este sentido, el cardiólogo Lars Sondergaard, ha advertido de prácticas muy comunes que, aunque priori pueden resultar sanas, como los batidos o zumos de fruta, también pueden tener un impacto negativo en la salud del corazón. Por ello, refuerza el uso del agua cada día no solo para mantener al organismo alejado de las toxinas, también para cuidar su circulación sanguínea.
Los beneficios en la circulación de beber agua según el cardiólogo
Por lo general, se conoce al agua como la mejor aliada de los riñones, ya que favorece la función renal al limpiar y liberar toxinas, así como el exceso de sodio. Sin embargo, este último proceso también contribuye a una mejora de la función cardíaca.
«Cuando una persona está deshidratada, su sangre puede volverse más espesa y más propensa a la formación de coágulos, lo que puede aumentar la posibilidad de sufrir eventos cardíacos. Beber suficiente agua puede ayudar a que su corazón bombee con mayor eficiencia, ya que no tiene que esforzarse tanto para movilizar la sangre», explica el doctor Lars Sondergaard.
Beber la cantidad de agua recomendada, unos 2 litros al día por lo general, además, tiene un impacto positivo para la prevención de la insuficiencia cardíaca. «El agua ayuda al cuerpo a mantener un equilibrio electrolítico adecuado, crucial para un ritmo y una función cardíaca saludables. Estos factores, en conjunto, contribuyen a un menor riesgo a largo plazo de estas enfermedades», añade el cardiólogo.
Ahora bien, algunos de los problemas se producen cuando las personas empiezan a disminuir su consumo de agua y buscan en otras sustancias líquidas la hidratación. De sobra es sabido que los refrescos azucarados no son recomendables por su alta cantidad de azúcar, por ello algunos buscan en los zumos de fruta o batidos naturales una alternativa. Sin embargo, esto también puede tener un impacto negativo.
Los cardiólogos piden reemplazar los zumos por el agua
Los zumos de fruta contienen altos niveles de azúcar, ya sean naturales o añadidos, siendo mucho peores estos últimos, que normalmente son los que están a la venta. Es por ello que los cardiólogos piden suma precaución al incorporarlos habitualmente en nuestra dieta. No tienen que ser prohibidos cuando hablamos de los naturales, pero sí que los expertos recomiendan reemplazarlos en su mayoría por vasos de agua.
«Una dieta alta en azúcares añadidos puede afectar negativamente la salud cardíaca, contribuyendo al aumento de peso, la presión arterial alta, el aumento de la inflamación y niveles de colesterol no saludables, todos ellos factores de riesgo de enfermedades cardíacas», explica la cardióloga Estelle Jean. Algo que destaca también el doctor Lars Sondergaard: «El consumo excesivo de azúcar puede causar inflamación crónica en los vasos sanguíneos y provocar enfermedad del hígado graso, lo que aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares como infartos y accidentes cerebrovasculares».