Lamela recuerda que se convirtió en «muy dependiente» de los antiinflamatorios: «Ya no podía jugar sin tomar» - Venezuela
Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Lamela recuerda que se convirtió en «muy dependiente» de los antiinflamatorios: «Ya no podía jugar sin tomar»

Publicado: diciembre 4, 2025, 1:30 pm

Los analgésicos son en el fútbol actual muy utilizados por los servicios médicos de los clubes para que los futbolistas puedan rendir al máximo el mayor periodo de tiempo posible en un contexto de máxima exigencia física y mental. El uso exhaustivo de este tipo de medicamentos provoca otros problemas sobre los que han reflexionado recientemente dos exfutbolistas del Sevilla como Erik Lamela y Pablo Alfaro. El argentino, ahora en el cuerpo técnico de Matías Almeyda, se ha retirado a los 33 años por sus problemas fisicos y estuvo recordando en el podcast Brazalete Negro cómo influyeron los antiinflamatorios y la medicación durante una carrera en la que a los 25 años ya fue operado de la cadera. « Me dijeron que iba a empeorar con el tiempo y empeoré. Me habían dado cuatro años de máximo rendimiento en una liga top e hice ocho (siete en ligas top y uno en Grecia). Hice todo lo que me dijeron, me cuidaba todo, todo menos la alimentación porque no engordaba nunca », indica el exfutbolista. « Tomé muchos antiinflamatorios. Cuando llegué a Sevilla empecé a tomar más aconsejado por un médico, el de Rafa Nadal, Ángel Cotorro. Él me siguió siempre. Arranqué como un caramelo dulce y luego te volvés un poco no adicto, pero sí muy dependiente. Ya no podía jugar sin tomar. Necesitaba jugar cómodo. El problema de eso es que a medida que fue empeorando la cadera fui necesitando más . El último año ya comenzaba dos días antes del partido y le metía muchas más dosis de lo que al principio. Luego si no me dolía la cadera me dolía el estómago y tomé muchos protectores. Ahora tengo 33 años, dejé de jugar y la vida sigue. Antes me preguntabas por el día en el que decido colgar las botas. Yo me decía que el día en el que se me note que no puedo en un partido. El último año me pasó y es muy difícil, tenés que ser muy fuerte mentalmente. Eso era lo que más a mí me frustraba. Perdés una y sabes que la perdés porque no puedo hacer el movimiento bien. Seguí jugando con eso en la cabeza, pero no me quedaba otra que aceptarlo porque si no tenía que haberlo dejado antes», reflexionaba. Lamela confesó que tiene previsto pasar por quirófano en mayo para mejorar su calidad de vida. «La última temporada estuve con Matías (Almeyda) que fue mi entrenador en Grecia. Llegué entrenando bastante más, pero llegaba dolorido a los partidos y se lo tuve que decir. Me entendió porque sabía de mi problema. A mí me encantaba entrenar. Me gustaba entrenar fuerte y bien. Entrené demasiado, me di cuenta. Tuve que reducir el entrenamiento para poder llegar al día del partido . El jugador quiere jugar siempre. En mi caso que tuve una lesión crónica tuve que ya programar como iba a llevar yo mi cadera durante toda la carrera para poder estar lo menos lesionado posible. Me hacía células madre, me planificaba el gimnasio, en los últimos años hacía sólo fuerza y no impacto . Luego me mantenía con ácido hialurónico, PRP, antiinflamatorios y los trabajos con el fisio que también eran diarios», explicaba. «Los últimos años ya tuve que bajar las cargas y no entrenar tan fuerte como a mí me gustaba. Sentía que me robaba a mí mismo. No me gustaba. Sentía que si me entrenaba fuerte podía competir con cualquiera y me gustaba llegar en esas condiciones. Cuando llegas a tu casa y no puedes caminar dices que no puedes más. Y era todos los días un ‘no puedo más’. A mi mujer la volvía loca porque como luego siempre podía… Mi padre me decía que en la cancha no se me notaba. El día del partido era el mejor por los antiinflamatorios. Si durante la semana tenía un dolor de 8/10, el día del partido era de 3/10. A los dos días cuando se iba el efecto no podía ni caminar. El último año entrené solo en la bicicleta y tampoco estaba al cien por cien y por eso elegí una liga menos exigente», recordó. Por último, Lamela confesó que «desde que dejé de jugar habré tomado calmantes una vez que fui a jugar al pádel porque estaba molesto, pero intento no tomar».

Related Articles