Este lunes, Alejandra Rubio regresó a su puesto como colaboradora del Club Social de Vamos a ver, desde donde negó las acusaciones contra su pareja, Carlo Costanzia, de haber agredido a un fotógrafo, tal y como este denunció en Fiesta.
«Es un paparazzi que no da la cara y que sale con la voz distorsionada. Si ha tenido este problema, no entiendo por qué no acude a la Policía», señaló la hija de Terelu,
Asimismo, dejó claro que Carlo «no ha tirado ningún huevo»: «Es verdad que mis vecinos están hartos porque los coches de prensa están todos los días y no solo están todos ahí, respetando. A veces, se bajan del coche en mitad de la carretera, impiden el paso, no dejan que los coches entren en la urbanización… Sé que hay personas de mi bloque que han tenido que llamar a la Policía porque había muchos coches en la rotonda… ¿Que alguien haya podido tirar un huevo porque están hartos aquí? Sí», apuntó Alejandra, que acaba de estrenar maternidad.
Precisamente sobre este asunto también habló, confesando quién es la persona que está siendo su verdadero apoyo, aunque en la sombra, respecto al cuidado de su bebé cuando ella o su chico no están, sobre todo por compromisos profesionales.
Aunque ha habido cierta especulación sobre quién o quiénes podrían estar ayudando a la pareja, la persona en cuestión no es otra que su suegra, Mar Flores, que está ejerciendo de abuela entregada, ya que no solo visita con asiduidad su casa, sino que pasa largas jornadas para ocuparse del bebé. «Mi suegra va, porque a veces se queda con nuestro hijo cuando no estamos nosotros, y que ella no quiera que le saquen me parece lo más normal, pero no hay ni huevos ni nada», reveló Alejandra.
«Entiendo que no es la primera vez que va Mar», preguntaba Joaquín Prat, ante lo que la colaboradora confirmaba: «No, claro que no». «Ella se queda el tiempo que quiera, para eso es su nieto», detallaba la hija de Terelu.