Publicado: marzo 26, 2025, 11:00 am
En el intrincado laberinto del sistema de salud pública mexicano, de esto hemos hablado anteriormente, la gestión de medicamentos se erige como un pilar fundamental, la solidez o fragilidad impacta directamente en la vida de millones de personas cada mes. La persistente problemática de ineficiencia, falta de trazabilidad y la vulnerabilidad a prácticas indebidas ha generado que múltiples voces se pronuncien por una transformación profunda. Ante este escenario, un sistema integral de control de abasto de medicamentos emerge como una propuesta que, aunque esperanzadora, plantea desafíos que demandan un análisis riguroso y una implementación meticulosa, ahí el reto.
Es crucial reconocer que la implementación de un sistema de esta naturaleza no debe partir de cero. El Sistema de Administración de Insumos (SAI) del IMSS ha desarrollado a lo largo de los años procesos y funciones que han demostrado su eficacia en la gestión de medicamentos. Un nuevo sistema debe construirse sobre esta base como cimiento, aprovechando las mejores prácticas y adaptándolas a las necesidades del sistema de salud en su conjunto, sin dejar de considerar las mejoras y actualizaciones necesarias a un sistema que tiene al menos un par de décadas de actualizaciones pendiente.
La propuesta de este sistema, con la ambición de integrar módulos de planeación de demanda agregada y desagregada, un estricto control de cambios y vigilancia de la integridad de la información aborda una necesidad evidente. Sin embargo, la brecha entre la concepción teórica y la ejecución práctica es, por decir lo menos, amplia. La planeación de la demanda, un componente crítico, enfrenta la complejidad de anticipar las necesidades en un sistema de salud heterogéneo y dinámico. La diversidad institucional, la variabilidad epidemiológica y la fluctuación de la demanda exigen modelos predictivos robustos y la integración de datos de múltiples fuentes. La experiencia del IMSS en la gestión de la demanda, ahí entra la importancia del consumo promedio mensual (CPM) concepto base de la gestión de la demanda, puede servir como un referente invaluable para el diseño de este módulo en un sistema de abasto.
Los controles de cambios, por su parte, deben equilibrar la flexibilidad para responder a situaciones imprevistas con la rigidez necesaria para evitar la arbitrariedad y la discrecionalidad. La implementación de estos en un sistema debe establecer protocolos claros para la aprobación y registro de cambios, garantizando que estos respondan a criterios técnicos y no a intereses particulares. La transparencia en la justificación de los cambios y la auditoría continua son esenciales para generar confianza en el sistema. Los procesos de control de cambios implementados en el SAI del IMSS deben de ser analizados a detalle, y tomar de referencia, para mejorar la propuesta del SICAMED.
La vigilancia de la integridad de la información se erige como un pilar fundamental para la credibilidad de SICAMED. La adopción de tecnologías como la blockchain, que garantizan la trazabilidad y la inmutabilidad de los datos, podría fortalecer la seguridad del sistema. Sin embargo, la tecnología por sí sola no es suficiente. La implementación de controles de acceso rigurosos, la capacitación del personal en seguridad informática y la adopción de una cultura de transparencia son elementos indispensables. La forma en que actualmente el SAI del IMSS realiza la validación de la información, es de suma importancia que sea considerada como un punto de partida para un sistema con vocación a la trazabilidad.
La gestión de inventarios, basada en el método primeras entradas, primeras salidas (PEPS), con un estricto monitoreo de la caducidad, representa un avance necesario para evitar el desperdicio y garantizar la disponibilidad de medicamentos, y aún más importante, la seguridad del paciente. La implementación de un sistema de control del abasto debe trascender la mera gestión de inventarios y avanzar hacia la optimización de la cadena de suministro. La integración con proveedores, la implementación de sistemas de alerta temprana de inventarios de seguridad, y la adopción de prácticas de almacenamiento eficientes son elementos clave para lograr este objetivo.
El intercambio electrónico de datos (EDI) y la homologación de documentos prometen agilizar los procesos y reducir la burocracia, y cerrar de alguna manera la puerta al uso abusivo de estos procesos para gestión de pagos. Sin embargo, la implementación de un sistema de abasto integral debe superar los obstáculos de la interoperabilidad y la protección de datos sensibles. La adopción de estándares internacionales, la implementación de protocolos de seguridad robustos y la capacitación del personal en el uso de tecnologías de la información son elementos indispensables. Los procesos EDI, la homologación documental y la utilización de documentos digitales son información valiosa, que deben dar sustento en la implementación de cualquier sistema que se pretenda eficiente.
La trazabilidad de los medicamentos mediante códigos bidimensionales representa una herramienta poderosa para combatir la falsificación y garantizar la calidad. Sin embargo, la implementación de sistemas debe trascender la mera identificación de productos y avanzar hacia la creación de un sistema de seguimiento y rastreo en tiempo real. La colaboración con las autoridades sanitarias, la implementación de sistemas de alerta temprana y la capacitación del personal en el uso de tecnologías de rastreo son elementos clave para lograr este objetivo. Más allá de la mera trazabilidad logística, esta permitirá la garantía de calidad de lo que entra en el sistema de distribución; es crítico para la farmacovigilancia.
Finalmente, la certeza en los procesos administrativos y el cumplimiento de los plazos de pago son objetivos cruciales para la estabilidad financiera del sistema. La transparencia en la adjudicación de contratos, la eficiencia en la gestión de pagos y la rendición de cuentas son fundamentales para evitar la corrupción y generar confianza en el sistema. La implementación de sistemas robustos debe trascender la mera automatización de procesos y avanzar hacia la creación de un sistema de gestión financiera transparente y eficiente.
Así que, un sistema de control de abasto de medicamentos representa una oportunidad para transformar el sistema de compras de medicamentos en México. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad para superar los desafíos técnicos, burocráticos, políticos y de egos que enfrenta. La implementación de un sistema eficiente y transparente no es solo una cuestión de tecnología, sino también de voluntad política y compromiso con la transparencia. Es ineludible que las autoridades adopten un enfoque riguroso y transparente, que involucre a todos los actores relevantes, y se considere al SAI del IMSS como un antecedente de arranque, para la creación de este sistema, con el fin de asegurar que los beneficios de este se traduzcan en una mejora tangible en la salud pública.
Hoy cierro con una frase de Jane P. y Kenneth C. Laudon: «…la calidad de la información es el precedente de mayor importancia para la satisfacción del usuario y para la utilidad de los sistemas.”
*El autor cuenta con 25 años de experiencia en el sector de la salud en México y Latinoamérica, es socio fundador de una consultoría enfocada en el análisis de las políticas públicas en salud, salud digital y sostenibilidad.