El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y otros 18 jefes de Estado y de Gobierno de la UE han apremiado este viernes por carta a la presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Nadia Calviño, a que aumente su financiación a la industria de defensa europea. La carta, redactada a iniciativa del primer ministro de Finlandia, Petteri Orpo, lleva la firma, además de Sánchez, de los dirigentes de Bélgica, Croacia, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Estonia, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, República Checa, Rumanía y Suecia.
Esta petición llega un día después de que Calviño anunciase que el BEI duplicará su inversión en defensa en 2025 hasta los 2.000 millones de euros en respuesta al mandato de los líderes europeos de mejorar aún más el acceso de las empresas europeas de defensa a la financiación. En 2014, los aliados acordaron llegar a invertir el 2% del producto interior bruto (PIB) en defensa para el año 2024, pero países como España aún no han alcanzado ese nivel.
En la misiva de este viernes, los líderes agradecen los esfuerzos del BEI, pero también subrayan la «urgente necesidad» de movilizar inversiones adicionales para reforzar la capacidad de defensa y la seguridad de la UE, un tema que centrará el debate de los líderes en su reunión informal del próximo lunes en Bruselas.
La carta incluye, además, una serie de propuestas para aumentar la financiación de la industria de la defensa europea, empezando por un rediseño de la lista de actividades excluidas de la financiación del BEI para reflejar las prioridades políticas actuales de la UE.
El BEI ya renunció en mayo de 2024 al requisito que exigía que los proyectos de doble uso obtuviesen más del 50% de sus ingresos previstos del uso civil, de modo que ahora la única condición es que los proyectos financiados garanticen un «uso civil creíble».
No obstante, este grupo de 19 países pide ir un paso más allá para que el BEI pueda proporcionar financiación a proyectos exclusivamente destinados a la defensa.
De igual modo, los líderes piden que se aumente la proporción de las partidas asignada a la defensa y plantean también la posibilidad de financiar estos proyectos a través de la emisión de deuda, como hace ya el BEI con los proyectos de transición limpia.
Bruselas apunta que la OTAN pedirá «al menos» el 3%
En este sentido, el comisario europeo de Defensa, Andrius Kubilius, aseguró este miércoles que los miembros de la OTAN elevarán el compromiso de gasto en Defensa «al menos» al 3% del PIB, afirmando que el motivo para elevar el gasto es la inestabilidad creada por el presidente ruso, Vladímir Putin, y no la exigencia del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump.
«Corresponde a la OTAN decidir, pero estoy seguro de que durante la cumbre de La Haya en junio habrá decisiones para elevar el criterio de gasto hasta al menos el 3% o incluso un poco más«, pronosticó el comisario lituano en declaraciones en la 17ª Conferencia Espacial Europea.
Kubilius insistió en que los países europeos deben aumentar su partida en Defensa no porque lo exija el nuevo presidente estadounidense, sino para hacer frente a la complejidad del escenario de seguridad euroatlántico. «No tenemos que elevar nuestro gasto en Defensa por Trump, sino por Putin, por lo que está haciendo», señaló, en referencia a la invasión de Ucrania y la amenaza que supone para los países bálticos o nórdicos.
El político lituano hizo mención al anuncio de su país de elevar el gasto militar al 5% del PIB, cifra que Estonia o Polonia también sopesan. Kubilius explicó que Vilna llegó a esta cifra tras realizar simulaciones de posibles agresiones rusas en su territorio en el plazo de tres años. «¿Seríamos capaces de defendernos los primeros diez días antes de que llegue la OTAN? La respuesta fue no», ha argumentado.
La OTAN ha arrancado el debate sobre la necesidad de elevar la inversión militar, con la idea de fijar un nuevo listón en la cumbre de La Haya del próximo mes de junio. Como telón de fondo está la idea de superar «considerablemente» el 2% del PIB, el compromiso actual que cumplen por el momento 23 de los 32 miembros de la OTAN. Por su lado, España se sitúa a la cola con el 1,28% de gasto y la previsión de llegar a dicho listón en 2029.
El secretario general aliado, Mark Rutte, viene advirtiendo de que los miembros de la OTAN tendrán que gastar por encima del 3% para cumplir los objetivos de capacidades militares y aumentar la preparación ante Rusia. Igualmente, ha puesto el acento en mejorar la innovación y realizar compras conjuntas, algo con lo que los aliados pueden rebajar en parte la exigencia de gasto. «Si no tendrás que llegar a lo que nos tememos ahora, que será el 3,6% o 3,7%», explicó en una intervención en el Parlamento Europeo a principios de enero.