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La UE responde a Trump con la misma moneda e impone aranceles contra EEUU por valor de 26.000 millones de euros

Publicado: marzo 12, 2025, 9:30 am

La Unión Europea no se achanta ante Donald Trump y este miércoles le ha respondido con la misma moneda aprobando aranceles contra productos estadounidenses, en una serie de contramedidas «duras pero proporcionadas», tal como explicó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Estos pasos entrarán en vigor el próximo 1 de abril y tendrán un valor de 26.000 millones de euros. En ese escenario, el Ejecutivo comunitario «lamenta la decisión de Estados Unidos de imponer tales aranceles, que son injustificados y perjudiciales para el comercio transatlántico, dañinos para las empresas y consumidores y que a menudo resultan en precios más altos».

De esta manera, Bruselas reactiva los aranceles que ya impuso, también como respuesta a Trump, entre 2018 y 2020, en un escenario de guerra comercial parecido al actual, por valor de 8.000 millones de euros contra los productos europeos. Es la respuesta «recíproca» al anuncio de Washington de imponer una tasa precisamente del 25% al aluminio y al acero comunitarios.

Así, el 1 de abril de 2025 se restablecerán automáticamente las medidas de reequilibrio de 2018 y 2020, una vez que su suspensión expire el 31 de marzo, respondió la Comisión en un comunicado. Por primera vez, estas medidas de respuesta se aplicarán en su totalidad, y entrarán en vigor aranceles a productos que van desde los barcos al bourbon, pasando por las motocicletas. «El primer paso en este proceso es el inicio de una consulta de dos semanas con las partes interesadas de la UE. Estas consultas garantizarán que se elijan los productos adecuados para su inclusión en las nuevas contramedidas, asegurando una respuesta eficaz y proporcionada que reduzca al mínimo las perturbaciones para las empresas y los consumidores de la Unión», matiza Bruselas.

Además, la Comisión Von der Leyen pone números a este principio de guerra comercial: los aranceles de Estados Unidos afectarán a un total de 26.000 millones de euros de exportaciones de la UE, lo que corresponde aproximadamente al 5% del total de las exportaciones de bienes de la UE a EEUU. «Sobre la base de los flujos de importación actuales, esto supondrá que los importadores estadounidenses tendrán que pagar hasta 6 000 millones de euros en aranceles de importación adicionales», concluye el comunicado. Es por eso que la Comisión responde en la misma proporción.

«La Unión Europea debe actuar para proteger a los consumidores y a las empresas. Las contramedidas que adoptamos son enérgicas pero proporcionadas. Como Estados Unidos está aplicando aranceles por valor de 28.000 millones de dólares, estamos respondiendo con contramedidas por valor de 26.000 millones de euros. Esto coincide con el alcance económico de los aranceles de Estados Unidos», insistió Von der Leyen en su declaración sobre el asunto, al mismo tiempo que incidió en que Bruselas está «abierta a negociaciones» y a alcanzar un acuerdo con la Administración Trump.

Este paso llega un solo día después de que el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, asegurase tras su viaje a Washington que el Gobierno estadounidense no está muy por la labor de llegar a un pacto. «No se puede aplaudir con una sola mano», ironizó. «La Administración estadounidense ha optado por aplicar aranceles injustificados y perjudiciales, por lo que no nos queda más remedio que responder, y eso es exactamente lo que estamos haciendo», ha añadido el comisario este mismo miércoles.

Mientras, Von der Leyen quiso dejar la mano tendida. «Los aranceles son impuestos. Son malos para las empresas y peores para los consumidores. Perturban las cadenas de suministro. Traen incertidumbre para la economía. Están en juego puestos de trabajo. Los precios subirán. Nadie necesita eso, ni en la Unión Europea ni en Estados Unidos», concluyó.

En cierto modo, el (casi) temor en EEUU ya ha empezado. El director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la UE (AmCham EU), Malte Lohan, fue bastante rotundo en el comunicado que emitió tras el anuncio de Bruselas. Dice que el daño de las medidas «será severo» y avisa de que no tienen nada de positivas: «Solo dañarán el empleo, la prosperidad y la seguridad de ambas partes del Atlántico». Por eso pide que ambas partes se sienten en la mesa de negociación, algo que la UE tiene en mente… hasta el 1 de abril.

En la práctica, todavía hay casi un mes de margen para encontrar un acuerdo que permita, como mínimo, un aplazamiento de las medidas, algo que ya está haciendo precisamente Trump con los aranceles que quiere imponer a México y Canadá. «Las relaciones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos son las mayores del mundo. Han aportado prosperidad y seguridad a millones de personas. Y el comercio ha creado millones de buenos puestos de trabajo a ambos lados del Atlántico», recordó Von der Leyen, que siguió dejando la puerta abierta a la negociación: «Creemos firmemente que, en un mundo plagado de incertidumbres geoeconómicas y políticas, no redunda en nuestro interés común cargar nuestras economías con tales aranceles. Estamos dispuestos a entablar un diálogo significativo«.

Eso sí, la Comisión ya cuenta con una amplia lista de productos sujetos a una guerra comercial. Ese documento incluye una variedad de artículos alimentarios y no alimentarios. Entre los productos alimentarios, se destacan carnes frescas y congeladas, como canales de bovino, grasa de aves y cortes procesados de pavo. También se incluyen productos lácteos como mantequilla, yogur y queso procesado, junto con productos básicos como trigo, arroz y azúcar en diversas formas. Además, se mencionan frutas frescas como naranjas, duraznos y nectarinas, así como café, té y especias como el azafrán y la cúrcuma. En el sector de bebidas, se encuentran la cerveza y el vino, incluyendo Champagne, Prosecco y Cava con Denominación de Origen Protegida (DOP), lo que indica la regulación de ciertos productos alcohólicos.

Más allá de los alimentos, la lista incluye productos no alimentarios como aves vivas, incluyendo patos y pavos, así como productos agrícolas como la soja y las semillas de colza. También se mencionan ciertos productos de uso industrial, como grasas y aceites de pescado, harina de mostaza y otros ingredientes vegetales. Además, se amplían a componentes de motores, piezas de vehículos ni bebidas espirituosas más fuertes como el whisky o el vodka. La presencia de materias primas y productos agrícolas sugiere un enfoque en las políticas comerciales que afectan tanto a los mercados de consumo como a las cadenas de suministro industriales.

El Parlamento Europeo ha reaccionado a este paso de la Comisión a través de Bernd Lange, presidente de la Comisión de Comercio de la Eurocámara. «Nuestra relación comercial entre la UE y EEUU era próspera, sana, equilibrada, justa y sostenible, pero no nos hacíamos ilusiones de que, después de sus aliados norteamericanos, Estados Unidos iría a por nosotros. Estamos unidos y preparados para responder con firmeza, equidad y eficacia. El comercio es una competencia exclusiva de la Unión y el Parlamento respalda plenamente a la Comisión en su respuesta», esgrimió en un comunicado, en un mensaje muy parecido al de Bruselas: «Seguimos creyendo que hay un amplio margen para una agenda positiva», pero para ello EEUU, dice, «debe elegir entre un mayor caos comercial o mayores oportunidades de negocio».

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