Cataluña sufrió el año pasado la fuga de 351 empresas de su territorio. Un número de sociedades que prefirió trasladar su sede oficial desde alguna de las cuatro provincias -sobre todo, Barcelona, donde se concentra el entramado empresarial de la comunidad autónoma- a otras regiones de España. El dato, extraído del último informe del Colegio de Registradores, representa la mayor sangría de negocios de los seis últimos años. Se trata de una realidad solo superada por los acontecimientos posteriores al referéndum del 1 de octubre de 2017, cuando la sangría de empresas alcanzó las en unas pocas semanas a finales de aquel año. Durante el año pasado casi 1.000 empresas de todo tipo trasladaron su sede social a otra comunidad… Ver Más