Publicado: junio 9, 2025, 6:00 pm
El yoga, una disciplina a la que cada vez se da mayor crédito en España, puede ser un gran aliado para mejorar la digestión al reducir el estrés, estimular los órganos digestivos y promover la motilidad intestinal. Sobre todo, se hace necesaria una rutina especial cuando nos hemos excedido con la comida.
Así pues, las posturas de yoga, las técnicas de respiración y la meditación pueden ayudar a aliviar problemas como estreñimiento, hinchazón, gases y dolores estomacales ante un empacho, aunque en muchas ocasiones es mejor dejar pasar un rato antes de practicarlas para evitar que el malestar empeore.
El sistema digestivo avisa cuando no puede asimilar un exceso
Los problemas digestivos no sólo son molestias que sentimos puntualmente, también funcionan como aviso de que algo no está funcionando como es debido en tu cuerpo. Es lo que sucede cuando hemos cometido un exceso con la comida.
Incorporar el yoga a esta sensación va a resultar más que beneficioso para reconducir el proceso de la digestión, hacia la calma y el bienestar. Al tratarse de ‘nuestro segundo cerebro’, el estómago ‘se queja’ cuando existe sobrecarga, y advierte de que no está funcionando con la eficiencia que debería.
Relajarse y darle un equilibrio al cuerpo puede proporcionar un increíble alivio intestinal para revertir la hinchazón que provoca una mala digestión. Gracias a ciertos ejercicios de yoga, vamos a conseguir eliminar los problemas de estreñimiento, disminuir los gases y la inflamación intestinal, aumentar la producción de mucosa, ayudar a que los alimentos se digieran y facilitar la circulación gastrointestinal.
Rutina de yoga para aliviar la pesadez de estómago
Para que las posturas básicas de yoga contra las molestias estomacales surtan efecto, lo primero es buscar un lugar tranquilo y silencioso en el que practicarlas. El profesor de yoga Daniel Ferraez @yogui_dan recomienda en sus redes sociales algunas posiciones básicas para aliviar una digestión difícil.
Antes de comentar las posturas concretas, el experto advierte que, en caso de que las molestias sean muy agudas, es importante que dediquemos unos minutos a relajarnos para que esa intensidad baje antes de practicar yoga. Una vez hemos encontrado cierta calma, estaremos listos para esta rutina beneficiosa que animará al organismo a facilitar la digestión.
1. Estimular el estómago y soltar tensión
El primer asana fácil de yoga que propone Daniel Ferraez es, colocados de pie con las piernas ligeramente abiertas, dejar caer los brazos a ambos lados de estas, moviendo el tronco de un lado a otro suavemente. Es importante dejar los brazos ‘muertos’, que se movilicen con el giro sin que nosotros los tensemos. Esta postura de yoga va a comenzar a estimular la zona del estómago, abriendo paso a la digestión.
2. Boca abajo, para movilizar el intestino
La siguiente posición se realiza boca abajo, con una toalla enrollada o un cojín, y colocada sobre el abdomen, de manera que ejerza cierta presión. Esta asana consiste en apoyar el cuerpo sobre los antebrazos y el abdomen, con las piernas extendidas hacia atrás, una flexión que ayuda a abrir el pecho y aliviar la tensión y, en el caso de un empacho, a animar la sensación de tener ganas de ir al baño.
Eso sí, el instructor de yoga advierte de que, si al colocar la toalla sobre el abdomen, boca abajo, sentimos náuseas, y demasiada intensidad desagradable, es mejor no hacerlo.
3. Piernas en ángulo de 90º para que la sangre llegue al abdomen
Cuando se produce un empacho, normalmente, sucede que la circulación sanguínea encuentra dificultades para fluir. Por esta razón, el experto recomienda el último ejercicio sencillo ‘de urgencia’ para favorecer la digestión. En este caso, propone tumbarse boca arriba en el suelo con una esterilla sobre la espalda, y elevar ambas piernas a 90º apoyándolas en la pared.
Con esta posición simple de yoga, «va a conseguirse que la sangre fluya de manera más natural en la zona del abdomen, lo que va a acelerar el proceso de digestión de una manera más natural. Para concluir, el experto añade: «Puedes complementar esta rutina fácil con infusiones, probióticos y una buena hidratación, básica para la digestión».
