Publicado: abril 12, 2025, 10:34 pm
Una oleada de innovación con sello startupero se abre camino en el sector financiero para revolucionar las transacciones cotidianas. En una sociedad que avanza a marchas forzadas en su digitalización, en la que las alternativas electrónicas han ganado terreno al efectivo, los pagos se han convertido en un nicho de negocio al rojo vivo , en el que el lanzamiento de soluciones encaminadas a lograr operaciones fiables, pero al mismo tiempo sencillas y fluidas, está a la orden del día. Detrás de muchas de ellas se encuentran firmas emergentes que desembarcan en este suculento mercado dispuestas a luchar por un trozo del pastel con propuestas disruptivas. Su entrada en escena está contribuyendo a meter una marcha extra a la puesta al día de un ecosistema dominado por gigantes empresariales, con experiencia y recursos de sobra para acometer proyectos, pero que en ocasiones carecen de la agilidad inherente a las startups, que a su vez adolecen de la capacidad para escalar ideas que sí tienen las grandes corporaciones, por lo que unos y otros actores han dejado de mirarse con recelo para dar paso a la colaboración. La proliferación de jóvenes compañías de base innovadora es la prueba del algodón definitiva de las oportunidades existentes en este segmento, que cuenta con el viento a favor de tecnologías como la inteligencia artificial o los tokens y del cambio de hábitos de los consumidores, familiarizados con las compras online, las billeteras digitales, el pago desde el smartphone… El Libro Blanco de Fintech 2.0 de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) subraya, de hecho, que las paytech, todas aquellas empresas que, apoyándose en la tecnología de manera innovadora, desarrollan soluciones de pago disruptivas que mejoran las capacidades de los medios de pago existentes y proveen una mejor experiencia de usuario, representan «un sector en expansión». Algunos informes ponen de manifiesto la pujanza del mundo de los pagos y el apetito por financiar este tipo de iniciativas. La consultora KPMG, en su estudio Pulse of Fintech, analiza las inversiones a nivel global en la industria fintech en 2024 y refleja una marcada concentración en el segmento de los pagos, que captó 31.000 millones de dólares, lo que representa el 59,73% del total , por delante de los activos digitales (17,53%) y del cumplimiento normativo o regtech (14,26%). Lejos de ser una moda pasajera, los expertos auguran que esta clase de startups mantendrán su atractivo en los años venideros. «Los inversores cada vez ven más claro el mantra que hay en la industria de que ‘ en mover dinero, se hace dinero ‘», asegura Javier Sanz Fernández, senior manager de FS Consulting–Strategy & Transformation de KPMG en España, para quien «a pesar de los desafíos macroeconómicos y geopolíticos, el segmento de pagos ha demostrado ser resiliente, con un gran volumen de inversión yendo a parar a manos de empresas innovadoras en pagos». En esta línea, defiende que aunque puedan surgir fluctuaciones debido a factores externos, «para los próximos años prevemos que la inversión en el sector de pagos se mantendrá sólida con un enfoque en tecnologías emergentes como, la inteligencia artificial , la tokenización y los pagos instantáneos», completa el experto, que recalca que «la colaboración entre bancos y fintechs será fundamental para impulsar la innovación y expandir los servicios financieros». Y es que la estructura más pequeña y flexible que caracteriza a las startups, así como su ADN innovador, les permite experimentar con rapidez, algo de lo que pueden beneficiarse los bancos, que a cambio proporcionan a las jóvenes empresas instrumentos para apuntalar su crecimiento. De las ventajas que aporta la cooperación con startups da cuenta Mastercard, que acaba de lanzar la segunda edición de Mastercard for Fintechs (celebrada en Barcelona), programa-competición dirigido a empresas de Europa Occidental diseñado para apoyar su crecimiento y acelerar la innovación en los pagos. Juan Pablo Vivas, director general de Mastercard España, subraya que la iniciativa aporta a la compañía diversos beneficios. «Identificar y colaborar con las fintechs más prometedoras nos da acceso a nuevas ideas, tecnologías y modelos de negocio», apunta. Asimismo, les permite acelerar la adopción de nuevas tecnologías de pago : «Al integrar las soluciones de las fintech en su red, desde Mastercard ofrecemos a nuestros clientes experiencias de pago más innovadoras y eficientes». Por último, cree que ayuda a fortalecer su posición en el mercado. Para las fintechs, participar en el programa se traduce en acceso a la red global de Mastercard, lo que les permite expandir su alcance y llegar a nuevos mercados; la integración de sus soluciones con la infraestructura de la compañía y el acceso a sus APIs para crear nuevas experiencias de pago; asesoramiento y mentoría, ya que expertos de Mastercard y fundadores del ecosistema fintech ofrecen orientación estratégica y apoyo técnico para ayudar a las fintech a desarrollar y escalar sus soluciones; un premio final de 100.000 euros en apoyo de marketing para impulsar el crecimiento de la fintech ganadora… Vivas resalta que los ecosistemas colaborativos , al reunir a diferentes actores, fomentan el intercambio de ideas, la colaboración y la creación de soluciones innovadoras que benefician a todos. Pero dentro del fértil terreno de los pagos, ¿hacia dónde se está enfocando el tiro en nuestro país? «En Mastercard creemos que el mercado de pagos en España está en constante evolución, con un alto potencial de crecimiento», asevera Juan Pablo Vivas, que va más allá. «España –indica– se encuentra en una posición favorable en comparación con otros países europeos, aunque siempre hay margen de mejora». Aporta datos: «El auge de los pagos con dispositivos móviles representa una revolución en nuestro país, pues un 50,4% de los españoles ya realizan sus pagos a través del móvil , un 70% más que en 2022, según el Barómetro de Particulares 2023 de Mastercard». Sin embargo, es consciente de los retos que aún enfrentamos, «como la necesidad de establecer un ecosistema digital seguro, de confianza, resiliente y debidamente regulado». Preguntado por la situación que atraviesa nuestro país, José Luis Nevado, CEO de Sipay, plataforma española de referencia en pagos que ahora avanza hacia soluciones tecnológicas ‘todo en uno’, afirma que asistimos a una clara efervescencia en todo lo relacionado con la utilización de pagos electrónicos. «El mundo fintech ha irrumpido para quedarse, desarrollando soluciones a veces de nicho y otras más horizontales. Al final se trata de ofrecer al consumidor todas las alternativas posibles, por pequeñas que parezcan, que pueda necesitar en su cotidianidad». A su juicio, el gran perdedor resultará el efectivo , mientras que «el pago desde el móvil resultará, sin ninguna duda, el vencedor de la batalla». Javier Sanz Fernández, de KPMG, explica que las tendencias actuales en este segmento en España reflejan dinámicas globales adaptadas al contexto local. «La digitalización y la multicanalidad están transformando la forma en que los consumidores realizan transacciones, mientras que la reducción del uso de efectivo impulsa una economía cada vez más ‘cashless’. Bizum sigue imparable y en poco tiempo los consumidores podrán pagar con Bizum Pay en comercios físicos, lo cual creemos que elevará el perfil de pagos móviles en España», precisa. Entre los fenómenos en auge menciona también los pagos B2B (‘business to business’) y transfronterizos. Finalmente, señala que la seguridad y las medidas antifraude siguen siendo prioritarias, junto con un dinamismo regulatorio que busca adaptarse a las necesidades del mercado, lo cual pone a las empresas en una posición en la que deben no solo ‘cumplir’, sino aprovechar la oportunidad para mejorar sus modelos. Recuerda que el mundo fintech es muy amplio, con soluciones saliendo de manera acelerada para cada componente de lo que entendemos como cadena de valor de oferta de servicios y productos financieros. «Una tendencia que, en nuestra opinión, va a revolucionar la manera en cómo se distribuyen productos financieros es lo que llamamos ‘ embedded banking ‘. Gracias a soluciones innovadoras, los productos financieros, de manera digital, son integrados en ecosistemas de empresas no bancarias y ofrecidos a clientes finales. La tecnología, el uso de APIs y la digitalización permiten tanto a entidades financieras como sus contrapartes corporativas beneficiarse de un ‘offering’ de este calibre», sostiene. En nuestro país Mahou San Miguel ha puesto en marcha una plataforma financiera dirigida a la hostelería (abarca soluciones como cuentas corrientes, TPVs para la gestión de pagos y servicios de gestión de efectivo), posible gracias a la colaboración de la cervecera con fintechs. Una de ellas es la española Divilo, que empezó a operar en enero de 2022 con el propósito de dar servicios de cobro a grandes corporaciones, pero incorporando la capacidad de integrarse en su sistema de conciliación. Su producto estrella es Tap To Phone, que gracias a la tecnología NFC permite usar el teléfono móvil como datáfono sin necesidad de hardware adicional, ayudando así a los negocios a simplificar los pagos para sus clientes. «Fuimos los primeros en España en hacerlo y a día de hoy somos el proveedor más importante de este tipo de solución», asegura Juan Guruceta, fundador y CEO. El emprendedor pone el acento en que construyeron una serie de APIs y desarrollos tecnológicos de propiedad intelectual propia para conectar Divilo con todos los departamentos y el software financiero de las compañías. Entre las funcionalidades de Tap to Phone se incluye el escaneo de códigos QRs y albaranes para que, por ejemplo, a un repartidor se le quede ‘matcheado’ en el concepto de la entrega de la mercancía. Su catálogo de soluciones también comprende el cobro con código QR y la creación de enlaces de pago. La fintech, que cerró una ronda de seis millones de euros en octubre de 2023, trabaja con actores de movilidad, como Cabify, del ‘delivery’ y también de la distribución. De momento tiene presencia España y Portugal, aunque cuenta con pasaporte europeo para operar en todo el continente. Entre los planes a corto plazo de la compañía, Guruceta adelanta que de aquí a antes de verano, dentro de la aplicación de Divilo se ofrecerá también Bizum para pago presencial. En este hervidero de ideas innovadoras en que se han convertido los pagos, Silbo Money permite a las personas enviar y recibir dinero de forma gratuita a través de WhatsApp gracias a su asistente virtual Silbo, que funciona como un contacto más y que responde de forma natural usando inteligencia artificial. Para acceder al servicio, los usuarios tienen que registrarse, identificándose y proporcionando sus datos, y a partir de ese momento ya pueden realizar una recarga de saldo empleando su tarjeta de débito/crédito, que se deposita inmediatamente en su cuenta Silbo, enviar y recibir dinero, dividir gastos con amigos y familiares… «Una ventaja es la conveniencia. Más del 50% de las operaciones entre particulares que ocurren en Bizum provienen de conversaciones de WhatsApp, por lo que pensamos que tiene más sentido terminar el proceso allí donde están los usuarios», expone Luis Cantero, director general de la empresa, que aclara que su planteamiento está más próximo al de Paypal que al de Bizum porque se basa en la apertura de una cuenta electrónica que el usuario fondea con una tarjeta o cuenta bancaria. Considera que una baza a su favor es la independencia: «Una vez que contamos con la licencia de Entidad de Dinero Electrónico del Banco de España, podemos probar cualquier caso de uso que veamos interesante, sin estar limitados por los bancos». Bajo ese prisma, asegura que lo que para otros es innovación, para ellos es el día a día. «Todos los meses sacamos iniciativas de exploración, de búsqueda de mejoras de automatización… somos tan flexibles que resulta súper fácil articular la innovación», justifica, al tiempo que insiste en que la seguridad es una obsesión. «WhatsApp es solo un canal. Los datos sensibles de los usuarios están en la plataforma externa de Silbo , garantizando su confidencialidad», dice Camino Valdivia, cofundadora y CMO. Aparte de los particulares, Silbo Money está llevando a cabo pilotos con pymes con la intención de tener listo el producto comercial en verano: «El objetivo es que con nuestro asistente les ayudemos a mejorar las ventas, responder a las preguntas de los clientes y ofrecer recomendaciones, todo de manera automática», El presidente de AEFI, Arturo González Mac Dowell, indica que, dentro del ecosistema fintech, los pagos son el área que más negocio concentra y donde un buen número de jugadores han pivotado del B2C, que implica unos costes de marketing muy elevados, al B2B, no necesariamente abandonando el primer modelo, sino en muchos casos utilizándolo como un laboratorio de aprendizaje y volcando los esfuerzos hacia los clientes profesionales. En la efervescencia de esta actividad, recuerda el presidente, influyen también los diferentes marcos legislativos, como el reglamento sobre pagos instantáneos que, a su juicio, reforzará el papel de la iniciación de pagos, un servicio que hace uso de la banca online para realizar pagos por internet sin necesidad de utilizar directamente una tarjeta o cuenta bancaria en el momento de la transacción, actuando como ‘puente’ entre el comercio y el cliente. «Con las transferencias convencionales hay un tiempo en el que las operaciones se pueden cancelar, lo cual es un problema para el comercio. Con transferencias inmediatas esto ya no puede pasar», explica. Por otra parte, Europa se prepara para la PSD3, que según Gónzalez, mejorará mucho los servicios de ‘open banking’ porque detallará más las funcionalidades y características que tienen que ofrecer las APIs de los bancos, acabando así con la situación de incertidumbre actual. En el horizonte también está el proyecto del euro digital , que en función de cómo se configure puede jugar a favor o en contra de las fintech. González celebra que en nuestro país abunde talento, pero advierte de que el sector de los pagos no es ajeno a los problemas que sufren otros verticales. «España no es el país más amigable con el emprendimiento, ya que las cargas burocráticas y fiscales son superiores a la media comunitaria, a lo que se suma un capital riesgo que, aunque ha madurado en los últimos años, todavía se encuentra por detrás de otros lugares del continente», dice. Entre los desafíos específicos que afrontan las entidades de pago, afirma que, respecto a la media europea, en España se tarda más en obtener licencias o aprobaciones de cualquier tipo. Lo ha vivido en primera persona, durante su etapa como CEO en Eurobits, adquirida por Tink: «Firmamos la venta en marzo de 2020 y el Banco de España manifestó su no oposición al cambio de participación significativa en noviembre». A estas dificultades añade que el proceso de supervisión, cuando hay una reclamación, tampoco es el más ágil de Europa. «La conjunción de estos factores explica que, a pesar de que contamos con iniciativas súper interesantes, cueste llegar a tener masa crítica. De hecho, no hay ninguna fintech 100% nacional que alcance la categoría de unicornio. Ebury, por ejemplo, que en origen es española, salió fuera para conseguir esa dimensión», remata. José Luis Nevado, CEO de Sipay, no pasa por alto la regulación asimétrica: «Nosotros, por ejemplo, somos una entidad autorizada por el Banco de España, que no solo nos obliga a desarrollar una serie de mecanismos y procesos de gestión, sino que es muy exigente en velar por su cumplimiento. Además, tenemos muchas certificaciones a nivel de seguridad. Sin embargo, otros actores operan en el mercado sin esas reglas». Una segunda dificultad para las compañías está relacionada con la « captación del talento que les permita hacer crecer la capa de innovación del negocio» y, en tercer lugar, alude a la mentalidad de los clientes, a menudo reacios a adoptar soluciones que podrían ser más innovadoras o incluso tecnológicamente mejores por aquello de ‘si algo funciona, ¿para qué cambiar?’. Nevado matiza, eso sí, que asistimos a una evolución, ya que «hace cinco años cuando intentábamos mover a un cliente del mundo de las tarjetas nos miraba con mala cara y ahora son ellos los que preguntan por nuevas fórmulas». El futuro de los pagos se vislumbra prometedor, impulsado en gran medida por el papel dinamizador que desempeñan las startups.