Publicado: abril 7, 2025, 9:30 pm
Una de las razones que alegaron los duques de Sussex, el prÃncipe Harry y Meghan Markle, para marcharse de Reino Unido y de la protección de Buckingham Palace buscando otro futuro cruzando el Atlántico fue, precisamente, la inseguridad que sentÃan en suelo británico. No solo por la prensa, sino porque en una sociedad que cada vez se divide y posiciona con más celeridad el número de personas obsesionadas con la familia real británica que podÃan llegar a ser potenciales acosadores iba a ir en aumento. Y, visto lo visto, razón no les faltaba.
Solo hay que poner de ejemplo lo que ocurrió el pasado noviembre, cuando unos encapuchados decidieron irrumpir en el castillo de Windsor una noche en la que tanto los prÃncipes de Gales, Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, como sus tres hijos, el prÃncipe heredero George, Charlotte y Louis, estaban en su interior. Los asaltantes entraron por una zona muy cercana a Adelaide Cottage, la mansión en la que viven y, aunque finalmente todo quedó en un susto, ni que decir tiene que el debate sobre la seguridad de La Firma volvió a la primera lÃnea.
Uno que, tras el último informe policial del que se ha hecho eco el diario The Mirror, no ha hecho sino aumentar en importancia, pues las cifras que manejan los cuerpos de seguridad del Estado británico dejan claro que en los últimos tres años el número de acosadores potenciales no ha cesado de crecer. Y, hoy por hoy, ya ha llegado hasta una preocupante cifra de entre 480 y 500 posibles acosadores de la familia real, la cifra más elevada desde que se tienen registros —la anterior era de 433—.
Y, más allá de ello, otro dato detallado y conseguido por el equipo de Protección Especial y de la Realeza, que se encarga de la seguridad de la monarquÃa, de sus hogares, asà como de los ministros del gobierno, y del Centro de Evaluación de Amenazas y Obsesiones, ambas dependientes de la PolicÃa Metropolitana, es, sin lugar a dudas, el más preocupante de todos: de estas amenazas, el siete por ciento, es decir, alrededor de 35 de ellas, se han calificado como «de alto riesgo».
El exjefe del comando dedicado a la protección real, Dai Davies, ha afirmado en declaraciones al medio que «por desgracia, siempre habrá individuos perturbados que quieran hacer daño» a los miembros de la realeza, pero que a partir de ahà deben ser las fuerzas y cuerpos de seguridad quienes tengan «la difÃcil tarea de discernir cuáles de ellas tienen tanto los medios como la determinación necesaria para llevar a cabo cualquiera de sus planes».
Según explica Davies, lo más probable es que la seguridad de la familia real británica solo esté monitoreando actualmente a una cifra comprendida entre las 50 y el centenar de personas por considerar que podrÃan llegar a representar un peligro verdadero e importante, pero no al resto. «Con bastante frecuencia, algunas de estas personas padecen enfermedades mentales y algunas pueden ser incluso ingenuas. No es tan raro que estén tan obsesionadas que le hayan escrito al objeto de su fijación [un miembro de los Windsor] y que hayan revelado con ello su nombre y su dirección», ha explicado el experto.
Davies matiza, aun asÃ, que «estos [los riesgos identificados] son solo aquellos que se han puesto en conocimiento de las autoridades», pero que ello no es óbice ni cortapisa para que pueda haber «muchos más acechando en la sombra». «Es imposible que la policÃa esté segura al cien por cien de tener fichadas a todas las personas que podrÃan actuar [contra la familia real]», ha finalizado Davies.
En el programa Fiesta, de hecho, han analizado la situación, con la periodista Concha informando y ampliando la información sobre el asunto: »Son acosadores anónimos y algunos que han pillado son gente de la calle que eran muy monárquicos y que están enfadados por cómo lleva las cosas Guillermo». Y es que, según la periodista, en los últimos dÃas se ha incrementado además la animadversión y acoso hacia el heredero al trono casi en un veinte por ciento después de lo ocurrido con su padre, el rey Carlos III, pues mientras que este último estaba en el hospital, su primogénito desapareció, «en teorÃa de vacaciones».
De hecho, la colaboradora ha puntualizado que, de entre los acosadores que aparecen en el informe, muchos son «esa parte monárquica de británicos no está de acuerdo con cómo el futuro rey está llevando las cosas». Tanto es asà que, en palabras de la periodista Paloma Barrientos, el prÃncipe Guillermo ha acudido a los abogados que participaron en la separación de sus padres, porque quiere, precisamente, del equipo legal que ahora mismo se encarga de las cuestiones de Carlos III. »Quiere independencia para que no haya filtraciones y maldades», ha finalizado.