La policía finlandesa ha informado este jueves de que están investigando a un barco extranjero que estuvo implicado en los daños sufridos por un cable eléctrico submarino que conecta Finlandia y Estonia tras un corte repentino este miércoles. En un mensaje a través de la red social ‘X’, el primer ministro finés Petteri Orpo, anunció el suceso que afectará al país: «La conexión de transmisión eléctrica Estlink 2 entre Finlandia y Estonia se ha desconectado esta tarde». Los países bálticos están en alerta máxima ante posibles actos de sabotaje tras una serie de cortes de cables eléctricos que conectan las telecomunicaciones y gasoductos, aunque los equipos submarinos también están sujetos a fallos técnicos y accidentes. El interconector eléctrico Estlink 2 , de 658 megavatios (MW), continúa fuera de servicio tras el apagón que comenzó alrededor del mediodía de este miércoles dejando solo el Estlink 1, de 358 MW, en funcionamiento entre los dos países, ha comunicado el operador Fingrid. Las autoridades han afirmado que el incidente provocará cortes de electricidad en Finlandia indicando que Helsinki disponía de un suministro adecuado para abastecer al país. Por otro lado, Estonia ha asegurado que tienen reservas suficientes de energía para su población. «La policía, en cooperación con la Guardia de Fronteras y otras autoridades, está investigando la cadena de sucesos del incidente», declaró la policía finlandesa en un comunicado. Los investigadores están revisando el posible papel de un barco extranjero, aunque no han revelado el nombre del mismo. Mientras tanto, la policía sueca está investigando la rotura el mes pasado de dos cables de telecomunicaciones del Mar Báltico, un incidente que el Ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, ha dado por hecho que se debió a un sabotaje . Por otra parte, la policía finlandesa sigue investigando los daños causados el año pasado al gasoducto ‘Balticconnector’, que une Finlandia y Estonia, así como a varios cables de telecomunicaciones, y ha dicho que probablemente fueron causados por un barco que arrastró su ancla. En 2022, los gasoductos Nord Stream de Rusia a Alemania, que discurren por el fondo marino de las mismas aguas, sufrieron una explosión, un caso que Alemania sigue investigando.