Publicado: marzo 22, 2025, 4:30 am
Lo que deberÃa haber sido una noticia feliz, que Hugh Grosvenor, séptimo duque de Westminster, y Olivia Henson están esperando su primer bebé, que llegará el próximo verano, se ha convertido en polémica. Una, además, que no es nueva, sino que se ha convertido en una controversia histórica cada que alguien perteneciente a la nobleza anuncia que va a ser padre o madre. Porque dependiendo de si el bebé es niño o niña heredará o no una de las mayores fortunas de todo Reino Unido y, lo más importante, el propio tÃtulo relativo al ducado.
Grosvenor, actual cabeza visible de un imperio inmobiliario que se remonta al siglo XVII, se casó en junio de 2024 con su prometida en la que fue la «boda del año» en suelo británico, pues fue lo más parecido a un enlace real: acudieron alrededor de 400 invitados, tuvo lugar en la Catedral de Chester, asistió el prÃncipe heredero Guillermo de Inglaterra, uno de sus mejores amigos —es el padrino del futuro rey, el prÃncipe George—, aunque no pudo hacerlo acompañado de Kate Middleton, aquejada de su enfermedad… Y desde entonces se esperaba el presumible embarazo de Olivia.
Y nada más darse a conocer, ha regresado el runrún de que la aristocracia y la nobleza viven permanentemente bajo una ley sálica encubierta y aceptada, retrógrada y anclada en el pasado. Y sin demasiados visos de cambio. Los tÃtulos nobiliarios británicos, en la mayorÃa de ocasiones, se heredan según la primogenitura masculina, pasando solo al hijo varón de quien ostente el tÃtulo.
De no haber descendencia de un varón, el tÃtulo podrÃa pasar a una hija únicamente si se estipuló asà en la creación de dicho ducado, marquesado, etcétera, lo que suele ser bastante inusual, pues dependÃa de quien fuera el gobernante en ese momento. Y si no está estipulado, o bien vuelve a manos del monarca, que puede decidir cederlo a un pariente del anterior titular, o bien desaparece.
El propio Hugh Grosvenor, quien también es muy amigo del prÃncipe Harry —también es el padrino de su primogénito, Archie— se benefició de esta ley, pues él tiene dos hermanas mayores que no heredaron el tÃtulo de su padre, Gerald Grosvenor, sino que hubieron de conformarse con el rango de Lady (son Lady Tamara y Lady Edwina), lo cual atestigua su nobleza, pero, como es obvio, sin los mismos derechos que el tÃtulo principal.
Es decir, que en el caso de que el duque de Westminster tenga un hijo, no habrá debate alguno: para él serán el tÃtulo nobiliario y la fortuna de la familia. Sin embargo, de tener una hija, habrá que seguir esperando, puesto que si finalmente no tiene un hijo varón o solo tiene hijas, el ducado pasará con toda probabilidad a un pariente cercano, dada la amistad que guardará con el monarca de ese momento —o su buen amigo o su ahijado—, y sus hijas serán conocidas por la fórmula «Lady más su nombre más Grosvenor».
Estas normas, cuya vigencia impera en la nobleza británica dese hace siglos, incluso a pesar de haber tenido dos grandes reinas como la reina Victoria e Isabel II, o incluso a pesar de que en 2013 se reformase la Ley de Sucesión a la Corona británica, —lo que a dÃa de hoy se conoce como la Ley Charlotte, por haber sido la princesa la primera en beneficiarse de ella, que no ha perdido su puesto en la lÃnea sucesoria a pesar de tener un hermano varón menor, el prÃncipe Louis—, sigue generando un debate también polÃtico en Reino Unido, independientemente de la ideologÃa.
De hecho, fue la diputada tory (del partido conservador) Harriet Baldwin quien, harta de la discriminación femenina en las altas esferas de su paÃs, apoyó públicamente el Proyecto de Ley de TÃtulos Hereditarios para la Sucesión Femenina [Hereditary Titles (Female Succession) Bill, en su nombre original], un proyecto de ley de iniciativa privada presentado al parlamento el 20 de noviembre de 2023 por Francis Baring, sexto barón Northbrook.
La idea del proyecto era sencilla: eliminar la preferencia masculina y equiparar, basándose en los principios de igualdad de género, la sucesión nobiliaria con otros ámbitos en los que también intervenga la herencia, como por ejemplo sucede en el propio trono británico. Sin embargo, un contratiempo paralizó el proyecto de ley, que no avanzó más allá de su segunda lectura en la Cámara de los Comunes debido a que se disolvió el Parlamento en mayo de 2024, antes de las elecciones generales.
Y, desde entonces, nadie ha vuelto a proponer nada parecido, por lo que habrá que esperar a una resolución de este debate solo si otro miembro privado decide proponerlo. Aun asÃ, si llega a darse el caso, también habrÃa que comprobar si se realiza con carácter retroactivo o con miembros de la nobleza que no hayan cumplido la mayorÃa de edad, porque solo asà afectarÃa al futuro bebé de Hugh Grosvenor, séptimo duque de Westminster, y Olivia Henson.