La periodista Ana Polo ha denunciado públicamente la agresión sexual que sufrió por parte de Quim Morales en el año 2015, cuando era becaria en La Segona Hora de RAC1, programa presentado por él.
La comunicadora ha acudido a El pòdcast de Crític, donde se ha sincerado ante los micrófonos sobre el tema. «Me pasó en un contexto en el que no sabía qué era el abuso de poder, ni reconocer muchas de las violencias que recibimos, ni sabía qué era exactamente una agresión sexual», empezó Polo con su testimonio.
Por aquel entonces ella tenía 24 años y entró al programa de radio de Morales como becaria, ya que tenía que realizar unas prácticas asociadas al máster que estaba cursando. Él, por su parte, tenía 40 años. «Estaba contenta. Escribía guiones, bromas mías entraban en antena, me enviaban a la calle a hacer de reportera y había cosas que entraban en el programa», recordó de aquella época.
Fue después de una comida de equipo cuando Ana Polo sufrió la agresión por parte de Quim Morales, que ocurrió en el coche de él cuando este le propuso acercarla a la universidad. «Cuando llegamos al parking, se me tiró a encima y vino a darme un beso. Recuerdo pensar ‘no’, pero también pensar ‘no te puedes apartar’. Si te apartas le caerás mal y no te dará trabajo», reconoció.
En ese momento, la periodista se «quedó allí» porque estaba en «piloto automático». «No podía hacer otra cosa. Me ha costado mucho interpretar que esto era una agresión sexual y que esa persona estaba abusando de su poder, porque era la becaria del programa. No lo supe ver, solo supe seguirle la corriente. No podía hacer otra cosa, no tenía herramientas«, prosiguió en su relato.
Asimsimo, Ana Polo ha reconocido que se sintió culpable y que le daba miedo ser juzgada por la gente: «Desde que entré a trabajar a la radio, decían que yo no tenía gracia. La gente ha cuestionado los trabajos que he tenido y los lugares que he ocupado. […] Siento que (Quim Morales) se lo cargó y lo mezcló todo. Me dio la faena, pero yo me preguntaba si me la dio porque soy buena y le gusto, o porque soy válida. Me da mucho miedo que me juzguen y que se piensen que tuve un beneficio».
Tras exponer las consecuencias y los traumas que sufrió con el tiempo y en sus posteriores trabajos, la periodista ha afirmado que se siente «feliz» al saber que la reconocen por ser «buena profesional» y no por su cuerpo.