Publicado: julio 31, 2025, 3:00 pm
Un sistema inmunológico menos desarrollado, propio de los niños más pequeños, así como la propia anatomía del oído medio, aun en fase de crecimiento, es el motivo principal por el que las otitis afectan fundamentalmente a los menores. De hecho, las consultas en pediatría están aumentando considerablemente en nuestro país, más aún en verano y vacaciones.
Tanto es así que el pediatra César García Vera habla en la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria de que esta enfermedad es una de las más frecuentes en la primera infancia, hasta el punto de que el 80 por ciento de los niños han padecido algún episodio antes de cumplir los 3 años de edad. ¿Cómo detectamos los primeros síntomas?
Qué es la otitis y por qué afecta sobre todo a los niños
Como explican los expertos de Mayo Clinic, la otitis o infección del oído se produce en el oído medio, «el espacio lleno de aire detrás del tímpano que contiene los pequeños huesos vibratorios del oído. Los niños tienen más probabilidades de tener infección de los oídos que los adultos».
En las infecciones de oído más frecuentes en niños, generalmente producidas por una bacteria, los estrechos conductos que van desde el oído medio hasta la parte superior trasera de la garganta se hinchan y acaban por obstruirse. Cuando esto sucede, se acumula mucosidad que, en muchos casos, acaba por infectarse. Los niños tienen las trompas de Eustaquio más cortas y más rectas que los adultos, algo que dificulta el drenaje de líquido hacia afuera del oído.
La infección del oído frecuentemente comienza después de que el niño tiene una infección de garganta, resfriado o catarro. Si la infección de las vías respiratorias altas se debe a una bacteria, esta puede extenderse al oído medio. Si la infección se debe a un virus, por ejemplo a un resfriado, la bacteria puede sentirse atraída a este medio propicio (adecuado) para el desarrollo de microbios y pasar al oído medio en forma de una infección secundaria.
Estos son los primeros síntomas que avisan de una posible otitis
La infección del oído es la razón más común por la cual los padres llevan a sus hijos al médico, y el problema está en que como afecta en gran parte a niños que todavía no saben hablar, no pueden manifestarnos “me duele el oído”. Esta circunstancia hace que sea especialmente importante que los padres prestemos atención a los síntomas.
Una de las señales de alerta del niño podría ser llevarse las manos a las orejas, o tirar de ellas. También tener dificultades para dormir, dando mil vueltas en la cama, o llorar constantemente. Por supuesto, la fiebre es un motivo de atención, igual que lo es observar que al pequeño le sale algo de líquido por el oído.
Cuando no son tan bebés, puede suceder que sus movimientos son torpes, les cuesta mantener el equilibrio y detectamos que no nos oyen bien.
¿Todas las infecciones de oído, otitis, son iguales?
Los expertos apuntan a tres tipos diferentes de infección de oído, con síntomas variados. El primero de ellos es la otitis media aguda, la más común, que puede cursar con fiebre y acumula líquido detrás del tímpano.
El segundo caso es la otitis media con efusión, que puede presentarse después de que la infección del oído ha pasado, porque quedó líquido atrapado detrás del tímpano.
El tercer grupo se denomina otitis media crónica con efusión, y se refiere a los casos en los que el líquido del oído medio se queda durante mucho tiempo, aunque no haya infección. Este problema de salud dificulta que el niño pueda luchar contra otras infecciones y podría afectar también su capacidad auditiva.