Publicado: mayo 22, 2025, 7:30 am
Es casi una necesidad imperiosa. La familia real de Noruega necesita moverse rápido para intentar paliar el sangrado mediático que le está suponiendo a su imagen pública todo lo relacionado con Marius Borg. Sobre el hijo de la princesa Mette-Marit de una relación anterior pesan ya cuatro acusaciones de violación en menos de un año, además de varias polémicas por sus fiestas y su estilo de vida, tan alejado de lo que se le presupone a una monarquía, lo que ha derivado en una investigación policial en curso y que ha llevado a Marius a estar fuera del país escandinavo una temporada.
A todo ello hay que sumar que la esposa del príncipe heredero Haakon ha empeorado en los últimos meses de su fibrosis pulmonar, lo que agrava aún más la crisis de la casa real noruega, que ve cómo se va quedando sin efectivos reconocibles para el pueblo y que den una sensación de seguridad en la institución. Precisamente por ello, la prensa local ha comenzado a insinuarle a la corona que, si lo que precisa es de un lavado de cara urgente, opte por sus miembros más jóvenes.
Habida cuenta de que tampoco Marta Luisa de Noruega, quien sería la primera en la línea sucesoria si en el momento de su nacimiento no hubiese imperado en Noruega la ley sálica, es un referente de la familia real, ya que sus más recientes apariciones han sido para denunciar el acoso de los tabloides que sufre tanto por su matrimonio con el chamán y empresario estadounidense Durek Verrett como por el recuerdo del suicidio de su exmarido, Ari Behn, las opciones han quedado claras: la princesa heredera, Ingrid Alexandra de Noruega, y su hermano pequeño, el príncipe Sverre Magnus.
En teoría, y a tenor de las palabras de Mette-Marit, la idea era que sus hijos estuviesen centrados en su etapa universitaria y solo una vez la acabasen se colocarían en primera línea de la agenda oficial. Sin embargo, todo hace pensar que ese plan va a tener que modificarse y que sus hijos, o al menos el pequeño, van a tener que desdoblarse para cumplir con los compromisos de la corona. Verbigracia: el príncipe Sverre Magnus asistirá la semana que viene a su primer acto en solitario en representación de la monarquía.
A sus 19 años, el tercero en la línea de sucesión al trono será el encargado de acudir a una recepción en la residencia de representación del Gobierno del equipo noruego que ha participado en los últimos Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales, que se ha celebrado en Turín el pasado marzo. No significa que a partir de ahora se cuente con él como representante de la institución a tiempo completo, pero sí que se involucre de manera gradual en los deberes y obligaciones de su puesto.
De hecho, es algo que ya se ha venido haciendo de un tiempo a esta parte y que responde a la nueva hoja de ruta que sus padres han puesto en marcha con él en detrimento de su hermana, que al ser la futura reina prefieren que esté plenamente centrada en sus estudios y reservar su presencia para actos y eventos de mayor calado social.
Así, Sverre Magnus estuvo junto a toda su familia el pasado sábado en el Día Nacional de Noruega, apareciendo en público por primera vez desde que, a primeros de mes, acompañase a su madre en las semifinales de la Europa League, en el encuentro que disputó el equipo de fútbol masculino F. K. Bodø/Glimt contra el Tottenham. Asimismo, en enero, y de nuevo al lado de Mette-Marit, el príncipe animó a la selección nacional noruega en el 29º Campeonato Mundial de Balonmano Masculino, el cual se celebró en Oslo.
No hay que olvidar que el nieto de los reyes Harald V y Sonia de Noruega terminó sus estudios secundarios en la escuela Elvebakken, donde realizó una especialización en Tecnologías de la Información y Producción de Medios, y justo después, tras cumplir los 18 años se independizó, mudándose durante unos meses a Trondheim, una ciudad ubicada en el centro-sur del país, añadiendo su madre que dicha estancia le serviría para coger experiencia en el trabajo, si bien puntualizó que no daría detalles sobre cuál sería su oficio ni dónde lo llevaría a cabo por seguridad.
Asimismo, hay que añadir que más tarde se supo que dichas prácticas las había realizado en una galería de arte de la localidad, al mismo tiempo que conoció por el instituto a una joven, Amalie Giæver MacLeod, que se ha convertido en su novia. Y no es algo, por lo visto, pasajero: está tan consolidada su relación que ya es común verlos juntos incluso en público con el resto de la familia real. De hecho, la presentación en sociedad de la pareja fue en la boda de su tía Marta Luisa con Verrett.
La princesa Ingrid Alexandra
Y, por otro lado, está el caso de la princesa Ingrid Alexandra, la heredera. Recientemente, finalizó su instrucción en el Batallón de Ingenieros de la Brigada Norte, el cual comenzó a principios de 2024. El siguiente paso lógico, en teoría, sería que se marchase fuera del país a estudiar —quizá las universidades de California o de Oxford, como su padre o su abuelo, respectivamente—, pero dadas las necesidades de la familia real noruega, por ahora poco se sabe. De hecho, el anuncio de su futuro ha de ser inminente y, con lo que se decida, se sabrá igualmente qué papel desempeñarán el resto de miembros de la monarquía escandinava.
