Publicado: octubre 25, 2025, 11:30 am
El duelo antagónico entre dos de las superpotencias mundiales, Estados Unidos y China, se dirime en numerosos escenarios. Uno de ellos tiene lugar en alta mar y tiene que ver con las llamadas tierras raras, en una carrera entre ambos para extraer minerales de alto valor de los fondos oceánicos.
En concreto, esta ‘guerra’ se desarrolla en el océano PacÃfico sur, cerca de las Islas Cook, donde el fondo marino contienen un tipo de rocas llamadas nódulos polimetálicos, que contienen reservas de minerales clave para generar energÃa limpia e impulsar un nuevo futuro industrial.
Tal y como recoge el diario The Guardian, buques de exploración están cartografiando los fondos marinos ricos en minerales. El diario londinense cita a la analista geopolÃtica Jocelyn Trainer, de Terra Global Insights, que sostiene que ambas superpotencias están decididas a «competir entre sà hasta el fondo del mar».
«Realmente vemos esta competencia como la primera, ya sea la del desarrollador, la del productor o la primera en llegar fÃsicamente al fondo del mar», dice Trainer al Guardian.
Este medio explica que la demanda global de minerales como el cobalto, el nÃquel y el manganeso se ha disparado debido a la búsqueda, por parte de los gobiernos, de impulsar sus polÃticas de energÃa limpia, defensa e inteligencia artificial.
Debido a la escasez de reservas de estos materiales en tierra y a que China ya controla gran parte del mercado existente, el dominio de las reservas marinas es clave.
Además, se trata de un campo aún por explorar, ya que aún no hay ningún proyecto de minerÃa comercial en fondos oceánicos en el mundo, entre otras cosas por las dudas que suscita esta práctica en cuanto a su impacto medioambiental, hasta el punto de que algunos paÃses han pedido una moratoria sobre la misma.
En este sentido Douglas McCauley, profesor de ciencias oceánicas en la Universidad de California, dice que estas iniciativas son preocupantes desde el punto de vista medioambiental.
«La minerÃa que se está proponiendo se llevarÃa a cabo en algunos de los ecosistemas más frágiles o menos resilientes del planeta», dice McCauley, que en concreto alerta del peligro de las «columnas de aguas residuales» que se descargarÃan al mar una vez se extraigan los minerales.
Máxima prioridad para Trump
Para el gobierno de Donald Trump, este asunto es de máxima prioridad. El presidente firmó en abril una orden ejecutiva para intensificar las prospecciones en aguas estadounidenses e internacionales.
Según el Guardian, un buque de investigación estadounidense está cartografiando partes del territorio submarino de las Islas Cook para recopilar datos y ha regado con 250.000 euros al gobierno de este archipiélago en concepto de «asistencia técnica» y para «informar sobre el desarrollo de los minerales de los fondos marinos y las actividades mineras responsables en el PacÃfico».
La cuestión es que China está haciendo lo mismo: PekÃn ha firmado con Islas Cook un acuerdo de cooperación para investigar estos materiales submarinos y con un comité bilateral para supervisar los trabajos.
Además, el Guardian publica que China está intentando firmar un acuerdo similar con la nación de Kiribati, también en el océano PacÃfico, para obtener otra licencia de explotación minera en sus aguas.
