Publicado: marzo 13, 2025, 2:00 pm
A estas alturas ya apenas existen prejuicios sobre la edad a la que se puede empezar a hacer actividad física, entendida esta como ejercicio moderado o de mayor intensidad. Es frecuente ver a personas de todas las edades caminando por las conocidas como rutas del colesterol de pueblos y ciudades, y de hecho esta patología es precisamente una de las más prevalentes en España. ¿Hay algún ejercicio más propicio para iniciarse en el deporte y obtener beneficios clave en nuestra salud?
Ya no es infrecuente la presencia de la tercera edad en espacios deportivos municipales o gimnasios privados: la esperanza de vida aumenta y queremos llegar a los 70 y 80 años en la mejor forma posible. Lo ideal es no retrasar la práctica deportiva hasta esa edad, cuando ya aparezcan enfermedades como la artritis o la artrosis, sino centrarse en la prevención y asegurar el mejor estado general de salud posible.
Siendo la voluntad el principal motor necesario, especialmente si nunca se ha practicado deporte, es importante no perder de vista las precauciones a tener en cuenta porque lo cierto es que el cuerpo a partir de los 40-50 años tiene características diferentes que décadas atrás, desde un mayor riesgo de lesiones a posibles patologías crónicas que no hay que descuidar a la hora de plantear una u otra rutina de entrenamiento. De ahí que esta nueva forma de caminar que se está extendiendo sea tan interesante.
Run and walk, correr y caminar
Una vez más nos encontramos con un anglicismo que engloba una nueva práctica deportiva: run and walk, literalmente traducible como correr y caminar. Se deduce por tanto que la propuesta pasa por alternar dos ritmos: uno más suave, con el que empezaríamos a caminar, con otro más intenso en el que habría que correr. Además de suponer un excelente ejercicio para el sistema cardiovascular esta alternancia en la intensidad tendrá otra consecuencia positiva a añadir: evita lesiones.
Minimizar ese riesgo no es baladí teniendo en cuenta que esta modalidad se propone para gente a partir de 40 años haya hecho o no deporte con anterioridad. En este segundo caso hay que extremar la precaución y realizar el debido calentamiento previo al ejercicio: el sistema musculoesquelético se tendrá que acostumbrar a una tensión a la que no está acostumbrado y esto podría traer consecuencias indeseadas.
La idea es que esta actividad física comience de forma gradual en un plan que puede ser semanal y que empezaría por caminatas rápidas alternadas con otras más suaves, dándole mayor protagonismo a las primeras en una proporción de cuatro minutos y dos minutos aproximadamente. Se realizaría en varias series durante un ciclo total de unos 30 minutos. A partir de la segunda semana se iría disminuyendo el tiempo de la secuencia más intensa en favor de la más suave.
