Publicado: marzo 11, 2025, 12:00 pm
La NASA busca encontrar una solución a un problema de grandes proporciones que preocupa cada vez más a los técnicos, y que incluso ha llevado a hablar del ‘Síndrome Kessler’. Lo cierto es que el renovado interés por el espacio y las misiones a la Luna o Marte se encuentran con un escollo desafiante, la gestión de residuos en el espacio. La idea implica tanto reducir la dependencia que se pueda tener de los suministros enviados desde la Tierra y los costes, así como apostar por la sostenibilidad. De ahí que la agencia estadounidense haya propuesto un nuevo concurso, el LunaRecycle Challenge, que pone como fecha límite para la presentación de trabajos hasta el 31 de marzo, en su primera fase. Y ofrece 3 millones de dólares (2.748.075 de euros) en premios para innovaciones en el reciclaje de materiales desechados en misiones al espacio profundo. Y este reto tiene a su vez como cuestión de fondo el problema de la basura espacial. Hasta un pequeño tornillo puede terminar convirtiéndose en un diminuto proyectil capaz de hacer peligrar una misión. Fue en 1978, cuando el consultor de la NASA Donald J. Kessler planteó un escenario que se llamó ‘Síndrome de Kessler’ o cascada de ablación’. Establece que si el volumen de basura espacial en órbita baja terrestre es alto, los objetos en órbita serían impactados por esta basura, lo que a su vez crearía aún más basura en forma de escombros y un mayor riesgo de múltiples colisiones entre objetos. De hecho, una de las primeras fotografías tomada en la Luna por Neil Armstrong mostraba la primera bolsa de basura. Y no es para menos, un efecto dominó catastrófico con la formación de una nube de basura arremolinada que se mueve a gran velocidad crearía un panorama donde el espacio sería inaccesible y pondría en una situación crítica a los sistemas satelitales. Al tiempo que ya obstruyen la observación de los telescopios. El peor escenario hipotético posible es que podríamos crear tal nube de escombros que hiciera inviable el lanzamiento de nuevos satélites o misiones espaciales. Es decir, nos estaríamos quedando atrapados dentro de nuestro propio planeta. Pamela Anne Melroy, oficial retirada de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y astronauta, ha llegado a comentar que « este problema es monumental . Ni siquiera podemos ponernos de acuerdo sobre cuántos fragmentos de escombros hay en órbita porque tenemos muchos modelos disponibles. El espacio está ocupado. Nos lo hemos puesto más difícil a nosotros mismos y por eso la NASA está buscando un camino a seguir que garantice que hagamos lo correcto». Y no es un problema lejano, el 28 de febrero, tal como informó la NASA, un satélite ruso a la deriva, el Cosmos 2221, estuvo a pocos metros de chocar con el satélite de la NASA, el Timed-que monitorea la atmósfera terrestre- en un accidente que hubiera sido en palabras de la agencia un evento «impactante» que podría haber puesto vidas en riesgo. «Si los dos satélites hubieran chocado, habríamos visto pequeña metralla que viajaba a 16.000 kilómetros por hora, esperando perforar un agujero en otra nave espacial«, indicó Melroy. «Es aleccionador pensar que algo del tamaño de la goma de un lapicero podría causar tantos estragos , pero puede hacerlo. Todos estamos preocupados por esto». Y es un aviso a navegantes sobre esta realidad. En un comunicado la Agencia dice buscar soluciones novedosas para procesar flujos de desechos inorgánicos, como envases de alimentos, ropa desechada y materiales de experimentos científicos.«Este desafío priorizará las tecnologías para reciclar los desechos en productos utilizables necesarios para las actividades científicas y de exploración fuera del planeta», señalan. Esta competición contempla dos modalidades . Una de construcción de prototipos que se centra en el diseño y desarrollo de componentes y sistemas de hardware para reciclar uno o más flujos de desechos sólidos en la superficie lunar. Y la otra modalidad es el de un gemelo digital que se centra en el diseño de una réplica virtual de un sistema completo para reciclar desechos sólidos en la superficie lunar y fabricar productos finales. Y los que se presenten pueden participar en ambas opciones si lo desean. El dinero del premio se dividirá entre las dos. Y los resultados se anunciarán en mayo. Para inscribirse en el Desafío LunaReycle de la NASA (que incluye la presentación de una idea o propuesta), los participantes deben completar el formulario de Expresión de interés del Desafío LunaReycle ). No se tendrán en cuenta las propuestas enviadas por correo electrónico. Para preguntas oficiales sobre el desafío, puede escribir a lunarecycle@ua.edu o hq-stmd-centennialchallenges@mail.nasa.gov El ingenio y la creatividad podrán ver su esfuerzo recompensado en este concurso que tiene en su punto de mira al programa lunar Artemis. «Me complace que el Desafío LunaRecycle de la NASA contribuya a brindar soluciones relacionadas con las necesidades tecnológicas… », señaló Kim Krome, gerente interina del programa de Desafíos del Centenario de la agencia y gerente de desafíos de LunaRecycle. Y Korme añade: «Estamos muy emocionados por ver qué soluciones generan nuestros competidores globales y estamos ansiosos por que este desafío sirva como un catalizador positivo para acercar a la agencia y a la humanidad a explorar mundos más allá del nuestro ».