Publicado: julio 29, 2025, 5:30 pm
El inesperado fallecimiento de Hulk Hogan el pasado 24 de julio a los 73 años ha dejado un legado que no será fácil de gestionar por sus herederos. Hay en juego millones de dólares, propiedades de lujo, empresas comerciales, varios fideicomisos y regalías de WWE, una empresa estadounidense de entretenimiento deportivo y medios de comunicación que se centra principalmente en la lucha libre profesional.
El ex deportista conoció en un bar a la instructora de yoga Sky Daily, quien se convertiría en su tercera y jovencísima esposa hace dos años. Según la ley de participación conyugal de Florida, estado en el que vivía el matrimonio, la viuda tendría derecho a un mínimo del 30% de los activos totales, independientemente de si el contenido del testamento se hubiera modificado.
La fortuna de Hogan ascendía a 25 millones de dólares (unos 21,6 millones de euros). Una cantidad que podría haber sido muy superior de no haberse divorciado en 2009 de su segunda esposa, Linda Claridge (65 años) y madre de sus dos hijos, Brooke (37) y Anthony (35), a la que tuvo que ceder una gran cantidad de bienes inmuebles y líquidos.
Hulk Hogan poseía la mansión conyugal en Clearwater (Florida) valorada en 11,5 millones de dólares, la marca de cerveza Real American Beer lanzada en 2023, el restaurante Hogan’s Hangout y la Hogan’s Beach Shop, abierta en 2013.
El hecho de que a Sky Daily se le garantice un 30% del patrimonio a pesar de haber estado casada solo dos años podría desencadenar una guerra en los tribunales. Es público que mantenía una relación distante con su primogénita, Brooke, con quien no se hablaba. Hogan no llegó a conocer a sus nietos mellizos, Oliver Andrew y Molly Gene, nacidos en enero pasado. Si Brooke quedara fuera del testamento, algo que se sabrá pronto, podría impugnarlo.
La segunda esposa de Hogan fue la maquilladora Jennifer McDaniel, con quien estuvo casado de 2010 a 2021. No tuvieron hijos. Hoy tiene 51 años.
Durante la década de los 80 y los 90, Hulk fue la principal figura la WWE cuya imagen rasgándose la camiseta en dos fue clave para convertir la wrestlemanía en uno de los mayores espectáculos deportivos del mundo que siguieron muchos otros.