Publicado: agosto 9, 2025, 3:00 am

La minería en Venezuela se encuentra en una encrucijada, ya que oscila entre un potencial innegable y una serie de desafíos estructurales que limitan su desarrollo.
Los datos más recientes del Banco Central de Venezuela (BCV), que reflejan el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB) del sector minero, muestran una volatilidad significativa, con períodos de crecimiento robusto seguidos de desaceleraciones fuertes.
Esta fluctuación es un reflejo de la compleja realidad del sector, donde la reactivación de algunas operaciones formales coexiste con la expansión de la minería ilegal y la falta de inversión a gran escala.
En este contexto, los datos del BCV para 2025, con un crecimiento del 13,46% en el primer trimestre y un 7,90% en el segundo, sugieren un optimismo cauteloso sobre la dirección del sector.
Sin embargo, estas cifras deben interpretarse con cuidado, ya que el desempeño futuro dependerá en gran medida de la capacidad del país para resolver los problemas estructurales que han plagado el sector durante años.
Se puede observar también que el sector minero extractivo en el segundo trimestre de 2024 registró un crecimiento notable de 22,78%, mientras que el mismo período del año anterior experimentó una desaceleración de 4,31%.
Estas cifras evidencian que, a pesar de las dificultades, existe un dinamismo latente en la actividad minera. No obstante, la caída de 0,56% en el último trimestre de 2022 y la posterior recuperación en el primer trimestre de 2023 con un 15,18%, reflejan la naturaleza intermitente de la producción, sujeta a factores como la falta de capital, la inestabilidad regulatoria y los problemas de infraestructura.
Arco Minero y planes de desarrollo
En marzo pasado, el gobierno de Nicolás Maduro desplegó la «Expo Metal 2025», la segunda edición de una feria con la intención de atraer inversiones en el sector hierro-acero, aluminio, servicios y minería en Venezuela.
De acuerdo con la información oficial, que no ofreció muchos detalles, se logró la concreción de más de 200 acuerdos comerciales, entre los que destacan un memorándum de entendimiento entre el Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico y la empresa china Zhongshe Foreing para el aprovechamiento del oro, una «alianza estratégica con la empresa Aurumin para el aprovechamiento de Mina Sosa Méndez y un acuerdo en materia de producción de aluminio con la empresa Abyssal Knot Corp de Seychelles.
Venezuela posee una de las reservas de minerales más ricas del mundo, especialmente en el llamado Arco Minero del Orinoco (AMO), una vasta región que abarca el 12,2% del territorio nacional.
Este cinturón geológico contiene grandes cantidades de oro, diamantes, coltán, hierro, bauxita y otros minerales estratégicos.
Para capitalizar esta riqueza, el gobierno de Nicolás Maduro ha impulsado políticas como el Plan Sectorial Minero 2019-2025. Este plan busca, en teoría, transformar la minería en un motor de desarrollo, con el objetivo de garantizar un equilibrio entre el crecimiento económico, la protección ambiental y el bienestar de las comunidades.
Sin embargo, en la práctica, la implementación de este plan ha sido objeto de fuertes críticas por parte de organizaciones no gubernamentales (ONG) y expertos.