Publicado: noviembre 10, 2025, 8:30 am
El Tribunal de Apelación de París ha concedido este lunes la libertad condicional para el expresidente francés Nicolas Sarkozy después de que este haya pasado 20 días en prisión tras ser condenado el pasado 25 de septiembre a cinco años de cárcel por haber formado parte de una «asociación de malhechores» y por haber dejado que sus principales colaboradores negociaran con responsables del régimen de Muamar Gadafi para obtener dinero para la campaña de las elecciones presidenciales de 2007, que ganó.
La corte ha estimado en su decisión que «considera aceptable la petición de puesta en libertad», antes de imponerle una serie de restricciones, entre ellas una prohibición de abandonar el país o mantener contactos con personas implicadas en el proceso, entre ellos el ministro de Justicia, Gérald Darmanin, quien le visitó en prisión el 29 de noviembre, según la cadena BFM TV.
La decisión ha llegado después de que la Fiscalía pidiera que Sarkozy fuera liberado bajo estas condiciones, después de que los abogados de Sarkozy apelaran su sentencia, un proceso que se espera que tenga lugar en 2026, por lo que la petición gira en torno a la posibilidad de que no permanezca en prisión hasta que su condena sea sopesada o ratificada en apelación.
El que fuera jefe de Estado francés entre 2007 y 2012 ha respondido esta mañana a preguntas del Tribunal de Apelación por videoconferencia, acompañado por dos de sus abogados, y con signos de inquietud y fatiga.
Vestido con una chaqueta azul marino, el dirigente conservador intentó aclarar a los jueces que no hay un riesgo de fuga que justifique la prisión y buscó conmoverlos describiendo la cárcel como una «pesadilla».
«Es duro, es muy duro, ciertamente lo es para todos los presos, incluso diría que es agotador», refirió Sarkozy, mientras, a pocos kilómetros de distancia, lo escuchaban a través de una pantalla y desde el Tribunal de Apelación varios de sus allegados.
Su esposa, Carla Bruni, dos de sus cuatro hijos (Jean y Pierre) y su hermano François estuvieron presentes en una sala de audiencia con una enorme expectación mediática y en la que los móviles fueron confiscados por las autoridades para evitar captación de imagen o de sonido durante la vista.
Sarkozy entró en prisión el 21 de octubre denunciando ser víctima de un «escándalo judicial» que ha «humillado» a Francia. El antiguo dirigente conservador, que se convirtió en el primer expresidente de Francia en entrar en la cárcel, siempre ha negado cualquier irregularidad y ha denunciado una supuesta persecución política contra él a través de los tribunales.
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