El Tribunal Administrativo de Berlín ha zanjado la reivindicación de una mujer musulmana de 33 años que solicitaba conducir su coche con el niqab e invocaba su derecho a cumplir con los preceptos de su religión y a «decidir por sí misma quién puede ver algo de ella», según su abogado. La Justicia ha determinado que prevalece la obligación de los conductores de ser reconocibles y ha dado la razón a las autoridades de Tráfico de la capital alemana. Termina así un juicio que ha mantenido durante meses la atención de los berlineses y que ha estado plagado de momentos únicos. La jueza que presidía el caso, Heike Grigoleit , había ordenado que la propia demandante compareciera personalmente en la… Ver Más