Publicado: septiembre 8, 2025, 4:30 am
Más allá de los espectaculares bateos o las vertiginosas carreras que culminan en deslizamientos imposibles para ganar una base, el béisbol suele dejar también otras imágenes que transmiten al resto del mundo una idea de la afición del público estadounidense por este popular deporte. Son muchos los vídeos de hinchas ataviados con los colores de sus equipos y que rozan el éxtasis cuando una bola perdida acaba en sus manos. Pero la pasión en ocasiones se desborda y deja escenas no tan gratificantes. El último ejemplo es la protagonizada por «Karen», como ha sido bautizada una aficionada de los Philadelphia Phillies que ha acaparado la sorpresa y el enfado de las redes sociales. A día de hoy casi puede asegurarse que esta hincha del equipo de Pensilvania es la más odiada de internet . ¿El motivo? Su iracunda reacción después de que un padre atrapase una pelota en las gradas para cedérsela a su hijo, que inmediatamente dio la vuelta al mundo gracias a las imágenes compartidas en las redes sociales. Sucedió en el LoanDepot Park, durante el partido de la MLB entre los Miami Marlins y los Philadepphia Phillies (3-9). Tras perder el preciado botín, una bola que llegó a la grada tras un ‘homerun’ de Harrison Bader, la aficionada, ataviada con una camiseta de su equipo, no dudó en correr hasta donde se encontraban el padre y su hijo para gritar con muy malas formas al adulto y reclamarle la pelota. Un vídeo cazó cómo el asombrado progenitor trataba de dialogar con la airada hincha pese a su desproporcionado enfado. «Me gritó al oído: ‘¡Esa es mi pelota!’, súper fuerte. Me dio un tremendo susto… sólo quería que se fuera», explicó Drew Feltwell, el aficionado que había atrapado el recuerdo para su hijo pero que finalmente se lo cedió a «Karen» ante la furia de su interlocutora . Después del partido el incidente, ya extendido gracias al poder de las redes sociales, llegó a oídos de los Philadelphia Phillies, que decidieron tener un gran gesto de desagravio con Feltwell y su hijo, entregándoles varios regalos y recuerdos del partido, entre ellos un bate firmado y entregado en mano por el propio Harrison Bader . Por su parte «Crazy Karen», según otra de las denominaciones que ha recibido en las redes, se quedó la pelota pero sufrió el precio de su censurable comportamiento, convirtiéndose de inmediato en fuente de memes y burlas en internet.
