Publicado: junio 13, 2025, 2:30 am
Quien ocupa el sexto lugar en la sucesión al trono de España nació el 13 de junio de 1965 en la clínica Nuestra Señora de Loreto de Madrid. Se trata de Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia, segunda hija de los entonces príncipes de España, Juan Carlos y Sofía, quien festeja sus 60 años.
La infanta Cristina, que se lleva un año y medio con su hermana Elena, mayor y casi cuatro con el pequeño, Felipe, rey de España, ha sido probablemente la hija de los reyes eméritos que ha llevado una vida más discreta y apartada de los medios, aunque su boda con un jugador de balonmano olímpico, Iñaki Urdangarin, la colocó de pleno en la diana de lo público.
Unos años, los de su unión con Urdangarin, que fueron luces durante la mayor parte del tiempo, y sombras, marcadas por el caso Noos, que la obligó a testificar a ella como acusada, y terminó con su separación matrimonial cuando su marido salió de la cárcel.
Este tiempo, entre 2018 y 2022, fueron el más duro de la pareja, que pasó del amor más sólido a terminar en un largo proceso de divorcio. La infanta, de la que siempre se dijo y parecía que estaba muy enamorada de su marido, vivió sus peores momentos personales. Solo sus hijos, Juan (25), Pablo (24), Miguel (23) e Irene (20), la sacaron de su tristeza.
También su hermana Elena, quien había pasado muchos años antes que ella por su misma situación al divorciarse mucho antes de su marido, Jaime de Marichalar y es su mejor amiga, además de la persona con la que comparte el ‘cuidado’ de su padre, Juan Carlos I, exiliado en Abu Dabi.
Hasta este episodio, que Cristina parece haber superado finalmente, su vida fue bastante tranquila, como la de una niña feliz y una joven estudiante normal. Estudió en el colegio Santa María del Camino y con 18 años ingresó en la facultad de Ciencias Políticas de la universidad Complutense de Madrid, donde se sentaba como una más, donde podía, si el aula estaba llena.
Lleva 30 años trabajando para la fundación La Caixa como directora del área de Internacional, con sede en Barcelona, para la que realiza una función solidaria y viaja continuamente con proyectos a zonas desfavorecidas del planeta. La infanta se trasladó en cuanto terminó sus estudios universitarios a la ciudad condal a trabajar. Vivía con su prima más cercana, Alexia, hija de Constantino de Grecia, hermano de su madre, la reina Sofía, fallecido en 2023, y una de sus personas más queridas y cercanas.
Relacionada antes con algún deportista, como el motociclista Álvaro Bultó, cuando tenía 31 años conoció al hombre de su vida, el jugador de balonmano de la Selección y del Barcelona Iñaki Urdangarin, en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Era el año 1996. Su amor a primera vista terminó con el noviazgo que Urdangarin tenía con una joven de Barcelona.
Y en 1997, solo un año después de conocerse, la pareja se casaba en la catedral de Barcelona, ante 1.500 de invitados llegados de todas las casas reales.
Su unión fue muy feliz, de hecho, vivir en Barcelona les ayudó a llevar una existencia menos expuesta, con amigos del deporte, con la familia de él, con la que Cristina sigue manteniendo un vínculo estrechísimo, con su prima Alexia y su marido, el arquitecto Carlos Morales…
Pero cuando sus hijos eran pequeños aún, el matrimonio se fue a vivir a Washignton. Iñaki había dejado el deporte profesional y se preparaba para los negocios en este campo. El caso Noos, una trama de desvío de fondos públicos a través de la fundación de ese nombre, presidida por Urdangarin, empezaba a sonar en la lejanía, pero no sería hasta su llegada a Ginebra, donde ella reside aún, cuando la justicia los llevó al banquillo de los acusados.
En el juicio, Cristina fue absuelta, pero a él lo condenaron a cinco años, que cumplió en la cárcel de Brieva (Ávila), de mujeres, donde estaba solo. Su mujer fue a visitarle alguna vez desde Ginebra. Cuando él dejó la cárcel, tuvo que hacer trabajos comunitarios. Para entonces, el rey Felipe, que estaba ya en el trono, los apartó de toda actividad oficial y les desposeyó de sus títulos. Cristina se negó a renunciar a sus derechos sucesorios, por lo que su hermano la ‘castigó’ sin título.
Aunque la llegada de Felipe y Letizia al trono marcó mucho las diferencias entre los hermanos, lo cierto es que el rey se ve en actos privados con Elena y Cristina, como bodas, funerales y aniversarios. Es decir, a pesar de las especulaciones, continúan llevándose bien y queriéndose. De hecho, está previsto que toda la familia cene en la Zarzuela con la reina Sofía por este aniversario.
Sería en 2022 cuando trascendió la separación de los duques de Palma, coincidiendo con la aparición de unas fotos de Iñaki con la que es su nueva pareja, Ainhoa Armentia.
Aquel vuelco de su vida dejó fotos de una infanta abatida y muy tocada, aunque la compañía de sus hijos y de sus amigos más cercanos, como Cristina de Borbón Dos Sicilias y su marido, Pedro López-Quesada le ha ido devolviendo de nuevo la ilusión. Cristina sigue trabajando en La Caixa, está muy pendiente de sus hijos, aunque ninguno vive ya con ella.
Amante de la vela, del esquí y de los viajes, la infanta prepara uno muy ensoñador con los suyos y las novias de todos, para celebrar sus 60 años y los 20 de su hija pequeña, que los cumplió el pasado día 5, según publica la revista Hola.
Aunque la infanta ha recomprado el piso que tenía durante su vida conyugal en Barcelona, antes de la mansión que debió vender para hacer pago a las indemnizaciones por el caso Noos, no piensa en volver allí de momento. Seguirá en Ginebra, donde pasa inadvertida y recibe la visita de sus hijos y amigos cuando estos lo desean.