Publicado: mayo 7, 2025, 7:30 am
En las últimas horas, decenas de personas han muerto en la región de Cachemira tras un ataque de la India a Pakistán bautizado como ‘Operación Sindoor’ en una nueva escalada de violencia entre los dos vecinos, ambos poseedores de armas nucleares y que viven enfrentados desde 1947, tras su independencia del Reino Unido, y que han convertido el territorio de Jammu y Cachemira en una de las zonas más militarizadas del mundo. Para entender este enfrentamiento hay que remontarse casi a ocho décadas atrás. La descolonización durante el final de la Segunda Guerra Mundial dio lugar a la independencia del subcontinente asiático y, con ella, la división del territorio en dos países: uno de mayoría musulmana (Pakistán) y otra de mayoría hindú (India). No sin dificultades. La partición de ambos países, con grupos religiosos dispersos por todo el territorio, llevó consigo lo que hasta el día de hoy se considera el mayor proceso migratorio de la historia, con cerca de 15 millones de personas desplazadas hasta el ‘lugar correcto’ del país. La división, además, dejó un mapa algo irregular dando lugar, por un lado, a La India, y por otro, a un Pakistán separado en dos: el Este y el Oeste, con 6.000 kilómetros de distancia entre uno y otro. Entre medias, Cachemira, la joya de la corona. Una región del Himalaya conocida por la belleza natural de sus paisajes y por su diversidad étnica que se convirtió en el principal foco de conflicto. Tras la división, el Acta de Independencia de la India otorgaba a los gobernantes locales de la provincia elegir a qué país pertenecer. La decisión, a favor de la India, desató la primera guerra puesto que el maharajá que gobernaba era hindú, mientras que la gran mayoría de la población era musulmana. Tras dos años de conflicto, en 1949, con la intervención de las Naciones Unidas , se impuso una línea de control que establecía un alto el fuego y dividió la zona la región en dos sectores con dos tercios para la India en la zona sur -Jammu y Cachemira- y otro tercio, el norte -Azad Cachemira-, para los paquistaníes, a la espera de un referéndum que, décadas después, sigue sin celebrarse. Sin embargo, el alto el fuego duró poco más de una década. En 1965, guerrilleros musulmanes paquistaníes entraron en la Cachemira india, con la correspondiente respuesta del país vecino, que invadió la frontera internacional. El conflicto, que se llevó consigo miles de vidas, duró tres semanas y finalizó con la intervención de la URSS y el Consejo de Seguridad y la firma del tratado de Taskent. Solo unos años después estalló la tercera guerra indo-paquistaní, aunque en esta ocasión sin Cachemira de por medio, sino por la independencia de Bangladesh. Tras la división de la India en 1947, Pakistán estaba separada entre el ala occidental y el ala oriental por cerca de 6.000 kilómetros de distancia. Las diferencias entre ambos territorios era más que manifiesta, no solo en su economía, población e incluso lengua, sino también en aspectos culturales, por lo que la parte oriental decidió desvincularse de Islamabad en contra de éste, lo que derivó en una guerra interna a la que se sumó la India en defensa de la creación de lo que posteriormente sería la República de Bangladesh. Esto llevó a la ratificación de una nueva Línea de Control que divide Cachemira. La tensión entre ambos países no ha cesado a lo largo de los años con incursiones y distintos ataques. En mayo de 1999 una incursión de militares paquistaníes en el área de Kargil para tomar el control del glaciar de Siachen, a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar, desencadenó una respuesta militar que se prolongó dos meses y que finalizó con el retroceso de Pakistán y más de 1.000 muertos. En las últimas décadas, los enfrentamientos se han manifestado mediante ataques terroristas. En 2001, un ataque frente a la asamblea regional india de Cachemira, en Srinagar, del que la India responsabiliza a Pakistán, mató a 38 personas. En 2002 ambos rozaron una cuarta guerra pero en abril de 2003 retomaron las relaciones diplomáticas y alcanzaron un alto el fuego, que se interrumpió en 2008 tras varios atentados yihadistas que causaron la muerte de 166 personas en Bombay. Las acciones han seguido hasta ahora, con un último ataque terrorista a finales de abril contra turistas que se saldó con 26 muertos y que fue atribuido al Frente de Resistencia, una organización creada en 2019 y vinculada al grupo armado islamista Lashkar-e-Taiba (LeT). India ha acusado en varias ocasiones a Pakistán de respaldar a diversos grupos armados en Cachemira, y la respuesta ha llegado en la tarde-noche de este martes con bombardeos de las fuerzas de Nueva Delhi contra el país vecino y disparos cruzados de artillería que se han saldado con 26 muertos del lado pakistaní y 12 del lado indio.