La imputación por insurrección del todavía presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol , ahonda la crisis política de un país sumido en la más absoluta incertidumbre. Una cuyos extremos contemplan desde la pena de muerte contra el jefe del Estado hasta una nueva victoria electoral de su formación, el Partido del Poder Popular (PPP). O incluso, átese esa mosca por el rabo, los dos a la vez. Afronta Yoon una ordalía doble. En primer lugar, la acusación interpuesta por la Fiscalía, según la cual la ley marcial declarada el 3 de diciembre habría supuesto una insurrección , con agravantes en grado de tentativa como la movilización de tropas para bloquear la Asamblea Nacional y la planeada detención de las… Ver Más