Publicado: noviembre 26, 2025, 7:30 am
El tercer y último dÃa de la huelga nacional en Bélgica ha culminado con la cancelación de la mayorÃa de los vuelos de Bruselas y fuertes pertubaciones en el transporte público del paÃs. El paro, organizado por los principales sindicatos, es la última de una serie de protestas contra el Gobierno de coalición liderado por el primer ministro Bart De Wever. Los manifestantes se oponen a las reformas del mercado laboral y de las pensiones propuestas por el Ejecutivo. El aeropuerto de Bruselas ha cancelado todos los vuelos de salida, asà como 110 de los 203 vuelos de llegada previstos . Por su parte, el de Charleroi , ha anunciado en su página web que también esperaba importantes trastornos debido a la escasez de personal y que no podrÃa garantizar los aterrizajes y despegues programados. Los medios de comunicación locales informaron de que se esperaba que el último dÃa de la huelga fuera el más perturbador, ya que también se verÃan afectados los colegios, el transporte público y el sector privado. «El mensaje presupuestario del Gobierno de De Wever es duro: trabajar más y más duro a cambio de menos seguridad en materia de pensiones, salud y poder adquisitivo», ha afirmado el sindicato socialista ABVV-FGTB en su página web. Por su parte, Gert Truyens, presidente del sindicato liberal ACLVB, declaró a la cadena pública belga VRT que lamentaba que el Gobierno nacional no hubiera consultado a los sindicatos. «L os acuerdos no se hacen en las calles, en los piquetes; se hacen en la mesa de negociaciones, pero hay que darles la oportunidad», ha afirmado. Aunque el Gobierno llegó el lunes a un acuerdo sobre el presupuesto del próximo año, tras meses de tensas negociaciones, no logró evitar la huelga. El Ejecutivo tiene previsto aplicar un nuevo impuesto a los bancos y aumentar los impuestos sobre los billetes de avión y el gas natural. Junto con los recortes en el gasto, esto deberÃa reducir el déficit público en 9.200 millones de euros (10.600 millones de dólares) para 2029. El déficit presupuestario de la sexta economÃa más grande de la zona euro alcanzará este año el 4,5 % del producto interior bruto, con una deuda del 104,7 % del PIB, según el Banco central, muy por encima del máximo acordado en las normas presupuestarias de la UE.
