Publicado: agosto 19, 2025, 3:30 am
La princesa Bajrakitiyabha, la hija mayor del rey Vajiralongkorn de Tailandia, está recibiendo respiración asistida por una infección grave que se le ha detectado este mes. La princesa lleva hospitalizada desde diciembre de 2022 debido a una afección cardíaca que la dejó inconsciente, según informó este martes la Casa Real tailandesa.
La princesa de 46 años «aún presenta hipotensión», por lo que «el equipo médico debe administrarle medicamentos para aumentarle la presión arterial, además de antibióticos y dispositivos de reemplazo para mejorar su función renal y ayudarle a respirar», dice un comunicado.
El escrito, publicado cuatro días después de silencio de la casa real sobre el tema, recordó que el 9 de agosto el estado de salud de Bajrakitiyabha se complicó debido a una infección sanguínea grave.
La corona tailandesa, que según varias estimaciones amasa la fortuna real más grande del mundo, no agregó más detalles, por lo que se desconoce el alcance de las complicaciones anunciadas.
La casa real recordó que la primogénita del monarca -la única hija del primer matrimonio del rey Vajiralongkorn con su prima hermana Soamsawali, de quien se divorció en 1991- sigue internada en el hospital Chulalongkorn de la Cruz Roja Tailandesa.
Bajrakitiyabha, quien era vista como posible heredera al trono, fue hospitalizada tras perder el conocimiento mientras entrenaba a sus perros para una competición canina en la ciudad de Nakhon Ratchasima, a unos 250 kilómetros al noreste de Bangkok. Días después, la palacio explicó que la princesa se encontraba «estable hasta cierto punto» con varios órganos vitales, como su corazón, pulmones y riñones, dependiendo de máquinas para el funcionamiento.
En un comunicado publicado el 7 de enero de 2023 se explicó que la princesa perdió súbitamente el conocimiento afectada por una bacteria microplasma que provocó la «inflamación del corazón» y una «alteración grave del ritmo cardíaco». Tras la ascensión al trono de su padre, Bajrakitiyabha tomó un papel más prominente en las ceremonias y actos de la casa real, lo que se interpretó como un guiño ante la posibilidad de ser nombrada heredera del trono.
Doctora en derecho por la Universidad estadounidense de Chicago y licenciada en Relaciones Internacionales, la princesa, amante de la hípica, también se formó en algunas de las escuelas más elitistas de su país y en Inglaterra. Además de la abogacía, ejerció como embajadora de Tailandia en Austria -entre 2012 y 2014– y ocupó varios cargos de representación del país en Naciones Unidas, entre otros en el organismo de la ONU para la Mujer y en la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.