Publicado: enero 12, 2025, 5:20 am
El pasado mes de diciembre, Dominique Pélicot fue condenado a 20 años de prisión por drogar y violar a su exmujer, Gisèle, y reclutar a más de 50 hombres para que también abusaran de ella durante diez años. Tras ese histórico juicio de más de tres meses, la hija de ambos, Caroline Darian, ha recordado en una entrevista a la BBC cómo fue el momento en el que descubrió quién era realmente su padre y cómo cambió su vida desde entonces.
Fue su madre, Gisèle, quien la llamó un lunes de noviembre de 2020, a las 20.25 h, para contarle que «había descubierto esa misma mañana que Dominique había estado drogándola durante unos 10 años para que diferentes hombres la violaran».
La noticia fue un jarro de agua fría para Darian: «Recuerdo que grité, lloré, incluso lo insulté. Fue como un terremoto, como un tsunami», ha explicado.
Después de conocerse la condena a Pélicot y a otros cincuenta hombres que también participaron en las violaciones a su madre, Darian ha sido contundente al afirmar que su padre, de 72 años, «debería morir en prisión». Su hija sostiene que «sabía perfectamente lo que hacía y no está enfermo», y lo define como «un hombre peligroso. No hay manera de que pueda salir [de la cárcel]. De ninguna manera».
Al ver lo que había vivido su madre, tanto ella como sus dos hermanos, Florian y David, se trasladaron al sur de Francia para apoyarla mientras asimilaba que su entonces marido era «uno de los peores depredadores sexuales de los últimos 20 o 30 años».
Sin embargo, el horror no se quedaría solo en Gisèle, y poco después la Policía contactó con ella para mostrarle dos fotografías suyas en las que aparece inconsciente y acostada sobre una cama con una camiseta y ropa interior, una imagen que supuso un nuevo shock para Caroline Darian.
«Viví un efecto de disociación. Me costó mucho reconocerme desde el principio», ha indicado la hija de Gisèle Pélicot, que ahora tiene 46 años.
Darian está convencida de que su padre también abusó de ella, aunque Dominique Pélicot siempre lo ha negado. «Sé que me drogó, probablemente para abusar sexualmente de mí, pero no tengo ninguna prueba», ha lamentado.
La vida de Caroline Darian ha cambiado drásticamente desde entonces. Ha escrito un libro, titulado en español Y dejé de llamarte papá, en el que relata el trauma vivido por su familia tras destaparse el caso. También trabaja por concienciar sobre la sumisión química y educar mejor a los niños sobre los abusos sexuales.
«Cuando miro hacia el pasado, no recuerdo realmente al padre que creía que era. Miro directamente al criminal, al criminal sexual que era», indica Darian, que se refiere a su progenitor por su nombre de pila para distanciarse de él. «Soy diferente a Dominique», asegura. «Tengo su ADN y la razón principal por la que me comprometo tanto con las víctimas invisibles es también porque para mí es una forma de distanciarme de ese tipo», concluye.
