Publicado: febrero 27, 2025, 8:20 pm
El tribunal de lo penal de Morbihan, en Vannes (Francia), acogía este jueves una nueva sesión del juicio contra Jöel Le Scouarnec, el excirujano de 74 años acusado de agredir sexualmente a 300 menores, en la que la hermana mediana del septuagenario no dudaba en apuntar, de nuevo, a la complicidad de la exmujer. Mediante videoconferencia, la testigo, madre de dos víctimas del pederasta confeso, algo por lo que ya cumple condena, no ha podido evitar romper a llorar a la hora de relatar que no hizo nada cuando conoció que sus pequeñas habían sido violadas por su tío.
«Cometí errores. Pienso en todas las víctimas del otro lado… y sé que están aquí para reconstruirse», ha afirmado entre lágrimas, según recoge este jueves France Info, uno de los más de 450 medios presentes en la sala. La mujer ha reconocido que sabía de las perversiones de su hermano, pero que simplemente le recomendó que acudiera a un profesional para que le ayudara. También ha relatado que en el año 2010, una década antes de que Le Scouarnec fuera detenido, vio cómo su hija pequeña, que entonces tenía diez años, le susurraba a la mayor que no quería ir a una comida familiar. Después le contó a su madre que había sido violada por su tío. «Me quedé en shock y dije: ‘Iremos al restaurante de todos modos, pero después haré algo», ha contado.
Al día siguiente decide hablar con su hermano, que reconoce los hechos sin cortapisas. «Estábamos en el coche y le dije que la niña me había dicho que que había pasado algo, que si era cierto. Él respondió inmediatamente: ‘Sí, y Marie-France lo sabe«, ha afirmado. «Pensé que mi hija era su única víctima, no sabía que había empezado años antes», ha agregado. Hace unos cinco años se enteró de que su hija mayor también había sido violada por su hermano, aunque no tiene muchos recuerdos de las agresiones. «Solo que se escuchan los sonidos de los flashes y las fotografías que le tomaba mientras dormía», sentencia la septuagenaria.
«No tendré vida suficiente para reparar lo que hice a mi hija», ha manifestado, a la vez que ha vuelto a incidir en que no denunció. «Si hubiera denunciado a mi hermano en 2000, muchas víctimas se habrían salvado. Lo único que me preocupaba entonces era mi pequeña niña, su sufrimiento», ha insistido. Además, la mujer también ha señalado que jamás se había imaginado lo que hizo su hermano, «para mí, no era posible que fuera alguien así».
«Crueles» declaraciones
Poniendo de manifiesto su inmensa culpa por no haber sabido reaccionar, la hermana de Le Souarnec también ha hablado de las declaraciones de Marie-France de este miércoles en las que negó ser cómplice y aseguro que su sobrina «manipulaba» a su marido y «era perversa». «Lo que dijo mi cuñada fue espantoso», ha apuntado, diciendo que sus declaraciones fueron «crueles». La acusación de complicidad de la hermana se suma a la del otro hermano, que testificó este miércoles. «Hay una persona que podría haber hecho que mi hermano fuera detenido: su mujer. Estaba al corriente de las actividades de su marido y no hizo nada», dijo el hombre, que también acusó a la exesposa de haberse casado con el excirujano solo por su dinero.
Los hechos que se juzgan ocurrieron de 1989 a 2017 y tuvieron lugar en varias clínicas privadas y hospitales públicos del oeste de Francia en los que ejerció como cirujano digestivo. Le Scouarnec violaba y abusaba sexualmente de sus pacientes, a algunos mientras aún seguían bajo los efectos de la anestesia tras haber sido operados, a los más pequeños (de menos de tres años) en las revisiones. Todo esto lo anotaba minuciosamente en unos diarios que han sido claves en la investigación en su contra. Incluso tenía hojas de Excel donde inventariaba a sus víctimas. Las 300 agresiones por las que se le juzga ahora no son las únicas, para otras 60 no había suficientes pruebas o se decretó que habían prescrito.
Además, el excirujano ya fue condenado en 2020 a 15 años de cárcel por abusos sexuales y violaciones contra otras cuatro niñas, dos de ellas las de las mencionadas sobrinas. En 2005 también había sido sentenciado por tenencia de imágenes de pornografía infantil tras una investigación del FBI. A pesar de todo, siguió ejerciendo como médico y tratando a diario con menores, de los que siguió abusando impunemente. Todo se descubrió el 2 de mayo de 2017, cuando la Policía lo detuvo.
El juicio, que dio inicio el pasado lunes, acogerá del 5 de marzo al próximo abril las declaraciones de algunas de las víctimas. Según informaba este jueves fe, una de esas víctimas se aposentaba a las puertas del tribunal durante la sesión para condenar también las declaraciones de la exmujer. «No se pone en nuestro lugar, nos falta el respeto. Llegó a decir que ser violada de adulta es peor que de niña», ha declarado.