Rosa López saltó a la fama en 2001, en aquella inolvidable primera edición de Operación Triunfo que acabó ganando. Ahora, 23 años después, la artista se sincera sobre la mentira que contó cuando entró en el concurso de La 1.
«Dije que era de Armilla, cuando en realidad era de Almanjáyar, el pueblo en el que crecí y al que tuve que renunciar para triunfar en la música«, relata la cantante a Semana.
«No porque alguien me dijese que no podía decir de dónde era, sino por miedo al rechazo social y porque es una zona muy humilde», dice sobre las razones que la llevaron a hacerlo. «Era otra España y otra manera de procesar la vida», matiza.
«Ahora puedo levantar la cabeza y decir que sí, que soy poligonera y de Almanjáyar», dice firme. «Esto no es un perdón, lo que pasa es que, como no podía o no lo dije antes, lo puedo hacer ahora. Ser de raza gitana o no formar parte de una sociedad inclusiva no es nada malo, te hace más fuerte y te ayuda a salir adelante», relata la artista, que asegura que «nunca» ha sentido vergüenza de sus raíces.
Además, revela que, aunque lo ha intentado, no ha podido cantar en Armilla porque, según una de las concejalas, «el pueblo está enfadado».