Publicado: agosto 10, 2025, 1:00 am
La gentrificación en Ciudad de México es creciente y está llegando a sus límites en colonias tradicionales como la Roma y la Condesa, donde la creciente voracidad inmobiliaria se enfrenta a las protestas y movilizaciones de vecinos que han habitado esas zonas durante décadas, coincidieron dos expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Vicente Moctezuma Mendoza, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, precisó que este fenómeno es un proceso de transformación urbana que implica que un lugar de la ciudad se modifica con la llegada de nuevos inquilinos con un nivel adquisitivo más alto que los habitantes tradicionales de la zona, los cuales son expulsados hacia la periferia de la urbe.
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No obstante, detalló que el proceso depende de las desigualdades sociales, las reproduce y genera nuevos espacios excluyentes.
“Sus principales implicaciones son el desplazamiento o la expulsión de la gente que habita esos espacios, debido a que el precio de las rentas aumenta o porque las tiendas donde esas personas se abastecen cambian, por ejemplo, de locales pequeños y fondas a grandes almacenes y centros comerciales que son excluyentes también, ya que quienes no cuenten con un alto nivel adquisitivo no pueden acceder a ellos”, apuntó el coordinador del seminario “(Des) orden urbano y sectores populares”.
¿Cómo se puede abatir la gentrificación?
De acuerdo con Moctezuma Mendoza, se necesitaría superar el objetivo de capturar más ganancias e implementar una dimensión ética de parte del Estado.
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“No hay regulaciones ni programas urbanos que protejan las características de los barrios, que permitan que se reproduzca la vida social que hay en ellos, sin estar amenazados por las dinámicas del mercado”, sostuvo.
Consideró que el Estado debería poner en el centro a las personas y no al mercado, y crear estrategias que consideren la vivienda como un derecho.