Publicado: septiembre 12, 2025, 7:30 pm
La televisiva y empresaria Aída Nízar lleva ya años en pie de guerra contra la Administración de la comunidad de vecinos de Cabopino, una urbanización de lujo situada cerca de Marbella.
Nízar y otros vecinos demandaron a la administradora, Michelle Van Gaalen y a su marido, Ángel Nozal, concejal del PP en la cercana localidad de Mijas y exalcalde de esa localidad, además de contra el presidente de la comunidad, por supuestas irregularidades en las cuentas de la comunidad, entre otras cuestiones.
En paralelo, la Administración de la comunidad de vecinos demandó a la familia de Aída Nízar, concretamente a su hermano, Iván Nízar, por unas obras que consideraban ilegales. La demanda además iba contra M. C. B. y la mercantil Locufácil, S.L., copropietarias del inmueble objeto de la demanda. Los Nízar han ganado la querella.
La Comunidad de Propietarios Cabopino les demandó por haber realizado obras en el inmueble (cambio de fachada, apertura de accesos y terraza, colocación de canalón, rótulos, reloj y un armario con climatización en zona común) y solicitaba que se declararan indebidas y se ordenara la reposición al estado original, además de la condena en costas.
El Juzgado de Primera Instancia nº 2 de Marbella desestimó íntegramente la demanda de la Comunidad, considerando que las obras no suponían una alteración significativa y que, por la diversidad arquitectónica del complejo, no cabía exigir reposición.
La jueza entendió que la demanda suponía un abuso de derecho por parte de la Comunidad, por lo que impuso las costas del proceso a la Comunidad de Propietarios Cabopino.
Aída Nízar aún mantiene varias batallas judiciales contra los responsables de la comunidad, que están a la espera de juicio y en las que aún se practican diligencias y pruebas, como un informe grafológico de la firma de Nozal que recientemente presentó el equipo legal de Nízar.
