Los incendios que afectan desde este martes a Los Ángeles (EEUU), que ya se ha cobrado sus primeras víctimas, han provocado grandes columnas de humo que son visibles incluso desde el espacio. Los focos están alimentados por los llamados vientos de Santa Ana, que son muy secos y suelen provocar fuegos en el sur de California.
El incendio de Palisades, que ya ha quemado más de 2.900 hectáreas, se extiende a unos 160 kilómetros por hora desde la costa de California hacia el Océano Pacífico. De hecho, el humo generado se muestra en imágenes de un satélite meteorológico del Instituto Cooperativo de Investigación sobre la Atmósfera (CIRA, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Colorado.
En la imagen, compartida por el CIRA, se observa cómo el humo se extiende desde Los Ángeles hacia el suroeste, empujada por los mismos vientos intensos que avivan las llamas. Así, la columna se prolonga hacia el Océano Pacífico, entre las islas San Nicolás y Santa Catalina y San Clemente, pertenecientes al Canal de California.
El fuerte viento que se encuentra en la zona ha facilitado que los incendios se propaguen de forma rápida, creando condiciones peligrosas para las comunidades. El Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California ha explicado que las corrientes de aire y la baja humedad contribuyen al «comportamiento agresivo» del fuego.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, en inglés) había advertido el lunes de que el sur de California se vería afectado en los próximos días por una tormenta de viento que afectaría sobre todo a los condados de Los Ángeles y Ventura. «Los fuertes vientos y la baja humedad relativa producirán condiciones climáticas críticas y extremadamente críticas en el sur de California hasta el jueves», reza un aviso en su página web.