«Quiero que las compañías tecnológicas estadounidenses se impongan en la carrera global contra China». Ese fue el mensaje que Donald Trump, entonces todavía candidato a la presidencia de EE.UU., le dijo a Marc Andreessen, peso pesado de Silicon Valley. Fue el verano pasado en Mar-a-Lago, la mansión de Trump en la costa de Florida, en una cena íntima que fue el primer encuentro entre ambos. Desde entonces, Andreessen -padre de los navegadores de internet, inversor temprano en gigantes de la tecnología, demócrata de toda la vida- se ha convertido en un escudero tecnológico de Trump: donante millonario a su campaña y asesor influyente del nuevo presidente. El pasado viernes, Andreessen compartía un mensaje en la red social X: «El R1… Ver Más