Publicado: abril 10, 2025, 5:00 am
El gobierno de Trump hace la guerra comercial a escala global. Hay preocupación por el contenido destructivo de lo que viene.
A diferencia del pasado en que el gobierno de EU era un activo promotor de las instituciones multilaterales y de acuerdos internacionales para resolver problemas globales, ahora con Trump ocurre lo contrario. No toma en cuenta a las instituciones que fueron creadas por consenso internacional para la cooperación, como son la ONU, la OMC, la OCDE.
La guerra comercial iniciada tiene al gobierno de EU como aprendiz de brujo, que desata fuerzas que producen daños y que después no puede controlar. Lo mismo ocurrió en los años 29 del siglo pasado cuando el presidente Hoover desató una guerra comercial que agudizó la Gran Depresión que devastó al mundo entero. Para evitar un mayor desastre, el presidente Roosevelt realizó un programa deficitario de gasto público para recuperar a la economía de EU y después de la Segunda Guerra Mundial el gobierno ejecutó el Plan Marshall para la reconstrucción europea.
En el contexto actual de la política unilateral norteamericana de aplicar aranceles, dice Kenneth Jacobs: “Es evidente que a la administración Trump le gusta la idea de usar los aranceles para arrancarles concesiones a los socios comerciales de Estados Unidos. Pero el pacto que el gobierno estadounidense parece dispuesto a hacer al servicio de sus objetivos inmediatos crea enormes riesgos para la economía de Estados Unidos”. Ahí está la advertencia.
Por lo pronto, hay posibilidad de recesión en Estados Unidos, como consecuencia de la guerra comercial. Sacude a la economía mundial y erosiona a los mercados financieros.
En Europa, los efectos serán devastadores. El Fondo Monetario Internacional está reduciendo los niveles de las proyecciones económicas.
México, si bien fue excluido de la primera oleada de aranceles recíprocos por ser parte del TMEC, está presente el efecto de los aranceles a los automóviles, el acero y el aluminio. Se incrementaron los precios del acero de 650 a 1,000 dólares la tonelada y se afectará pedidos de EU a México. Las armadoras Ford, GM y Stellantis aseguran que no podrán absorber el costo de los aranceles.
El panorama mundial es incierto. La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, declaró en relación al efecto de la actual guerra comercial: “Será negativa en todo el mundo y la densidad del impacto variará en función del alcance, de los productos a los que vaya dirigida, de su duración, de si hay negociaciones o no”.
La problemática arancelaria condujo al gobierno de México a poner en acción un conjunto de medidas orientadas a la eficiencia y la productividad, para favorecer el crecimiento económico, la inversión y el empleo. Serenidad, razón política y sentido de Estado.