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La Defensa no es solo seguridad, también economía: cómo acometerá la UE la inversión en el plano militar

Publicado: marzo 16, 2025, 8:30 pm

La Unión Europea ya está haciendo números para ver cómo financia la nueva era de la Defensa. En Bruselas todo el mundo habla ya de la «era del rearme», pero eso no va solamente de lo militar: Europa tiene que revitalizar su industria para ayudar a Ucrania pero también para cuidar de sí misma. El plan que se llama precisamente Rearmar Europa consta de cinco puntos, con cifras y estrategias para el corto, el medio y el largo plazo, pero la Comisión Europea sabe que ahora empieza la fase de hacer números y ahí crece la preocupación de los Estados miembros.

«Tiempos extraordinarios requieren medidas extraordinarias», insistió la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, quien anunció que convocará «en las próximas semanas» un colegio de comisarios sobre seguridad para que estén al tanto de posibles amenazas, ya sea de seguridad exterior o interior, en materia energética, ciberseguridad o injerencias extranjeras, entre otras áreas. Para algunos países como España la Defensa va más allá de los ejércitos y el Gobierno prefiere hablar de «seguridad» en el sentido más amplio.

¿Cuáles son las claves económicas para la estrategia defensiva de la UE?

Todo el peso sobre los Estados miembros

Los números que maneja Von der Leyen se dividen en dos partes. La primera, 150.000 millones de euros con cargo al presupuesto de la UE, a repartir en 10 años por lo que abarcará dos Marcos Financieros Plurianuales: el actual y el que falta por aprobar y que abarcará desde 2028 a 2034. Ese es el instrumento conjunto que ‘convivirá’ con otros 650.000 millones que, según la Comisión, tienen que salir de que los Estados miembros aumenten en un 1,5% del PIB su gasto en Defensa. Es decir, la segunda parte no está asegurada y depende de los gobiernos, por lo que los socios cargan con más del 81% del esfuerzo financiero que pide ahora mismo Bruselas.

¿Un nuevo fondo común?

Ese escenario obliga a nuevas fórmulas quizá de deuda común, y por eso algunos países como España piden replicar modelos como el fondo de recuperación pospandemia, tal como recordó este lunes el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. Invertir en Defensa implica aumentar la deuda, por lo que el peso, dicen, tiene que repartirse mejor. Además, el Gobierno apela a que ese fondo común tenga una parte de créditos, pero también otra de transferencias directas.

«Las propuestas de la Comisión Europea son bienvenidas, pero nosotros creemos que hay que ir incluso más allá a la hora de pensar que esa respuesta europea tiene que dar acceso a los Estados miembros a préstamos en las condiciones en las que pueda financiarse la Comisión, pero también a un elemento de transferencias», expuso el ministro. Las subvenciones -que no se tienen que devolver-, de hecho, son para el Gobierno lo ideal «para las necesidades más inmediatas», con los créditos aceptables para el medio y el largo plazo.

Las reglas fiscales… y el temor a desequilibrios

Otra de las grandes apuestas es la suspensión de las reglas fiscales para las inversiones en Defensa (la llamada cláusula de escape) mientras Alemania aboga por reformarlas para el largo plazo. De nuevo, dos ritmos. Y aquí hay un temor a desequilibrios: si las normas se van congelando país por país en función de las necesidades eso puede generar una distorsión, y por eso hay algunos Estados miembros que piden que se active la cláusula de manera conjunta. «Estamos ocupados en ello, para ver dónde puede estar el punto clave», resumen fuentes diplomáticas españolas, que prefieren que todos vayan «a la misma velocidad» a la hora de gastar en seguridad.

Lo que sí pide España abiertamente, tal como resumió el ministro de Economía es que la definición de Defensa que aplique la UE incluya elementos como al ciberseguridad, la lucha contra el terrorismo o las fronteras. Es decir, un concepto más amplio que el que marca ahora la OTAN. De hecho, Moncloa incide en que el enfoque sobre seguridad tiene que ser «de 360 grados» y así lo recoge en sus propuestas para el Libro Blanco sobre Defensa que la Comisión Europea prevé presentar el próximo miércoles.

¿Qué pasará con los fondos de Cohesión?

La siguiente propuesta que recoge Von der Leyen y que no todos los socios ven igual es la posibilidad de desviar fondos de Cohesión para hacer inversiones defensivas. Es solo una opción, no una obligación. España, por ejemplo, renuncia a esta posibilidad. «Tenemos un sobre nacional y una serie de fondos que gestionan las regiones. Así se va a quedar», sostienen las fuentes, que recuerdan que en el caso español hay necesidades como la DANA o las ayudas a las comunidades autónomas. Los sobres nacionales son precisamente las cantidades de fondos que tratan los gobiernos y que en este caso pueden ‘dosificar’ para utilizar algunos en Defensa.

El Fondo de Cohesión está reservado a los Estados miembros cuya renta nacional bruta (RNB) per cápita no supere el 90% de la RNB media de la Unión. Durante el período de programación 2021-2027, el Fondo de Cohesión proporcionó apoyo a 15 Estados miembros: Bulgaria, Chipre, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Grecia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal, República Checa y Rumanía. Ahora, el miedo que hay en algunos países es que el uso de estos fondos ahora penalice en el reparto de los mismos en el siguiente presupuesto a largo plazo de la UE.

Un plan, dos presupuestos

Y ahí está la última clave: la estrategia de Defensa que plantea la Comisión Europea es a una década vista, por lo que tocará dos presupuestos distintos: la mayoría de Estados miembros entienden que hay que aumentar la cantidad total de dinero que maneja el bloque, pero habrá gobiernos que se posicionen en contra (como Hungría o Eslovaquia). Para evitar choques a gran escala otra propuesta pasa por vehicular proyectos de Defensa a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI), pero el organismo que preside Nadia Calviño avisa de que no es «ni un ministerio de Defensa ni un ministerio de Exteriores».

«Hemos entrado claramente en una nueva era de dura competencia geoestratégica. Vemos que algunos se cierran en banda, siembran incertidumbres y se esfuerzan por obtener beneficios a corto plazo. Quiero dejar muy claro que Europa permanecerá abierta, defenderá la asociación y el acercamiento. Y ofrecemos estabilidad y previsibilidad, características valiosas en estos tiempos«, resumió Von der Leyen para resumir sus primeros 100 días en el poder en esta segunda legislatura… que será la legislatura de la Defensa. Ahora falta saber cómo se financia esa nueva época para la UE.

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