Publicado: marzo 24, 2025, 6:00 am
Un mega esfuerzo realizó el gobierno mexicano para realizar la compra consolidada de medicamentos; sin embargo, por ahora los resultados están por verse.
El subsecretario Clark, en mancuerna con la experimentada en estas lides Raquel Buenrostro, hoy ubicada al frente de la entidad fiscalizadora del gobierno federal, no han logrado abatir la escasez de medicamentos.
A pesar de que la compra consolidada mejora la disponibilidad de medicamentos al reducir el riesgo de desabastecimiento, no se cuenta con insumos suficientes.
Implementar esta estrategia no está exento de desafíos. La coordinación entre entidades participantes, la gestión logística y la transparencia en los procesos son factores clave para su éxito.
También es importante garantizar que las negociaciones con proveedores se realicen de manera ética, evitando prácticas que puedan comprometer la calidad de los productos, lo cual, por lo visto, no sucedió. Recordemos el caso de la corrupción en algunas claves, ya reconocido por el gobierno federal.
La compra consolidada de medicamentos para 2025-2026 en México ha sido un proceso significativo, pero no exento de desafíos.
Se presentó una investigación por sobrecostos; se detectaron irregularidades en la adjudicación de 175 claves de medicamentos e insumos médicos, con un sobrecosto estimado de 13,000 millones de pesos. Esto llevó a la suspensión de estas adquisiciones mientras se realizan investigaciones por posibles actos de corrupción.
A pesar de los problemas, el proceso general continúa. Se han recibido cerca del 35% de los medicamentos e insumos solicitados, y se espera que el abasto mejore significativamente en las próximas semanas.
La compra consolidada de medicamentos no ha podido ser eficaz sin recurrir a los grandes intermediarios farmacéuticos que levantaron un imperio corporativo en la intermediación de medicamentos.
Los tiburones de la industria farmacéutica siguen alimentándose de la carroña del modelo de compras consolidadas, buscando aquellas claves de medicamentos de alta especialidad que no son sencillos de surtir en el mercado nacional y que, por cierto, resultan ser los más costosos y rentables.
Lo anterior se pone realmente complicado al consolidar, ya que el entramado regulatorio del monstruo llamado COFEPRIS devora todo esfuerzo que intentan romper las cadenas de la intermediación en el sector farmacéutico.
Querido lector, por ahora, la compra consolidada de medicamentos resulta insuficiente para lograr romper el viejo modelo oligopolista que se construyó en el siglo pasado con las complicidades de la industria farmacéutica y los compradores del gobierno federal. Hasta la próxima.