Una colilla de cigarrillo ha sido clave para resolver un crimen cometido hace 30 años en Escocia, gracias a las nuevas técnicas de ADN que han permitido dar con el asesino y agresor sexual de una mujer.
Mary McLaughlin, de 58 años, fue asesinada en Glasgow la madrugada del 27 de septiembre de 1984. Su cuerpo fue hallado estrangulado en su casa por uno de sus once hijos, Martin Cullen, cinco días después.
Los detectives reunieron más de 1.000 declaraciones en los meses siguientes, pero la búsqueda del asesino de Mary quedó en nada y un año después, la policía dijo a la familia que la investigación se cerraba.
Ahora, un documental de la BBC titulado Murder Case: The Hunt for Mary McLaughlin’s Killer, relata no solo los detalles de lo ocurrido aquella noche, sino también cómo se resolvió el caso.
En 2008, cuatro investigaciones independientes no habían logrado arrojar un perfil del sospechoso. La quinta revisión se realizó en 2014 y el avance final fue posible gracias a una nueva instalación de perfiles de ADN en el Scottish Crime Campus (SCC).
Anteriormente, los expertos podían observar 11 marcadores de ADN individuales, pero la última tecnología es capaz de identificar 24. Esto aumentó drásticamente las probabilidades de que los científicos obtuvieran un resultado de muestras más pequeñas o de menor calidad.
Las muestras recogidas en 1984 incluían mechones de pelo de Mary, restos de uñas y colillas de cigarrillos. El gran avance finalmente llegó con una colilla de un cigarrillo marca Embassy que estaba apagada en un cenicero sobre la mesa de café de la sala de estar, algo muy interesante, porque no era la marca que fumaba Mary.
Y en efecto, el análisis de la colilla dio un perfil completo de ADN masculino. Se identificó a Graham McGill, un hombre con graves condenas por agresiones sexuales.
Pero la investigación halló un nuevo escollo: en el momento del crimen, McGill cumplía condena, y no había sido liberado hasta nueve días después del día del asesinato.
Siguieron buscando pruebas y encontraron ADN de McGill en el nudo del cinturón de la bata que se empleó para estrangular a Mary McLaughlin. Por si fuera poco, también se hallaron restos de semen de McGill en el vestido de la mujer.
Faltaba solo averiguar cómo resolver la contradicción de que McGill estuviera en prisión en el momento del crimen. No fue hasta una búsqueda exhaustiva en los Registros Nacionales de Escocia, en Edimburgo, cuando descubrieron que el 27 de septiembre de 1984, McGill estaba de permiso de fin de semana.
Graham McGill fue detenido el 4 de diciembre de 2019. Cometió el crimen cuando tenía 22 años y contaba con 57. McGill finalmente fue declarado culpable después de un juicio de cuatro días en abril de 2021 y encarcelado por un mínimo de 14 años. Quedaba así resuelto el crimen.