Publicado: junio 1, 2025, 11:30 pm
En un plano cerrado, un joven funcionario chino, de uniforme impecable y rostro contenido, mira a cámara. Le tiembla la voz. Dice: «Dedicamos la vida a esto, pero solo unos pocos se benefician». Se siente traicionado por un sistema al que sirvió con disciplina. Corte. Una cena elegante: copas de cristal, relojes de lujo, trajes recién estrenados. La escena es reconocible: es el politburó. Luego, otro alto cargo, ya más mayor, en su despacho, mira por la ventana con gesto nervioso. Confiesa que sus amigos —camaradas, compañeros, quizás cómplices— han desaparecido uno a uno, sin explicación ni rastro. El miedo es visible. Ambos personajes terminan igual: en soledad, ante una pantalla, acceden al portal encriptado de la CIA. Uno lo… Ver Más