Publicado: diciembre 15, 2025, 9:30 am
Con motivo del Día de los Voluntarios, que ha tenido lugar recientemente, el pasado 5 de diciembre, Tamara Falcó ha dado una entrevista a Hola en la que cuenta su faceta más desconocida, la solidaria con las personas enfermas, necesitadas y víctimas de la pobreza.
Tamara Falcó, que tiene una firma de moda y viaja alrededor del mundo a hoteles y establecimientos lujosísimos, se baja un día de su trono para hablar de lo que más calma le da en la vida: ayudar a otros.
Dice Tamara: «Cuando entregas tu tiempo y tu energía, siempre vuelve algo que te llena el alma». Ha recordado la hija de Isabel Preysler su viaja a Mozambique, donde dice- pudo descubrirse a sí misma. «Fue, sin duda, un viaje que me reordenó la mirada y me recordó que la esperanza tiene una fuerza increíble».
También, sus estancias en Lourdes, como dama hospitalaria, con enfermos que acuden a este santuario buscando un milagro. «Se crea un vínculo muy especial entre los enfermos y los voluntarios, un clima de ternura y de fe que no se vive en ningún otro lugar».
Se muestra muy profunda Tamara. «El voluntariado es dar… y recibir multiplicado. Cuando entregas tu tiempo y tu energía, siempre vuelve algo que te llena el alma. Además, te abre los ojos a realidades muy distintas a la tuya y te hace valorar muchísimo más tu propia vida, tus circunstancias y todo lo que das por hecho en el día a día.
Tamara cita a la madre Teresa de Calcuta como su principal inspiración, aunque se refiere al padre Ángel, creador de Mensajeros de la Paz, como uno de los motores de su fe y entrega a los demás.
Para Tamara, este trabajo es «agradecimiento por lo que vives, por lo que aprendes y por todas las bendiciones que tenemos aquí y que a veces damos por hechas. También vuelves con la mirada cambiada, más consciente, más serena y con el alma llena».
«Creo que tenemos en España un alma muy orientada a la entrega y al servicio al prójimo; se ve en nuestra sanidad, en nuestros servicios sociales y, en general, en la forma que tenemos de cuidarnos los unos a los otros. Estas experiencias, especialmente cuando eres joven, te acompañan toda la vida. Y son también una manera de combatir ese materialismo tan presente en nuestra sociedad, que tantas veces deja un vacío interior enorme. Al final, el voluntariado te devuelve muchísimo más de lo que das», concluye.
