Publicado: marzo 25, 2025, 3:00 am
Llamada también azafrán indio y especia dorada, la cúrcuma es una planta herbácea de la familia de las zingiberáceas que crece en Asia y América Central. La medicina ayurvédica sabe de sus beneficios desde hace miles de años, un poco lo que sucede con el limón, cuyas hojas también eran empleadas en la antigüedad contra malestares estomacales y cardíacos. Uniendo ambas potencialidades aparece una infusión convertida en el nuevo must para empezar el día.
Esta combinación ancestral de la cúrcuma y el limón se ha difundido por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, una bebida dorada que se presenta como una opción ideal para empezar el día: te despierta y protege tu organismo ante dos alteraciones que pueden dañarlo seriamente como son la inflamación y la oxidación celular. Pero, ¿hay evidencia científica detrás de esta publicidad en las redes sociales?
Una gran protección para el organismo
Para empezar, el componente estrella es la curcumina, un polifenol con efectos comprobados contra la inflamación crónica, tal y como han revelado diversos estudios en los últimos años. Además, su poder antioxidante neutraliza radicales libres, moléculas vinculadas no solo al envejecimiento sino a enfermedades como el cáncer. Es decir, con una sola especia estamos obteniendo dos potentes beneficios para la salud y el bienestar general.
El limón para potenciar la vitamina C
A estas alturas es de sobra conocido que el superpoder del limón es la cantidad de vitamina C que contiene, una sustancia que refuerza el sistema inmunológico y mejora la absorción de hierro. Tampoco podemos olvidar el efecto alcalinizante de esta fruta: equilibra el pH corporal y así combate la acidez provocada por dietas modernas.
Cómo preparar la infusión de cúrcuma y limón
Esta infusión suele estar vinculada a un momento concreto del día: el desayuno, y concretamente al momento en el que todavía estamos en ayunas. La explicación más obvia tiene que ver con que el cuerpo absorba más fácilmente los nutrientes, sin competir con otros alimentos.
Según voces expertas en nutrición, ambas sustancias estimulan la digestión, reducen la hinchazón y preparan el hígado para metabolizar las grasas del día. En cuanto al método de preparación, no puede ser más sencillo: como infusión que es, se caliente el agua y se mezclan ambos ingredientes:
- Una taza de agua tibia, sin hervir para preservar el limón.
- Media cucharadita de cúrcuma en polvo o raíz fresca rallada.
- Jugo de medio limón.
- Opcional: pimienta negra, miel o jengibre para potenciar efectos.
Esa pizca de pimienta negra aumentará en un 2.000 por ciento la biodisponibilidad de la curcumina, tal y como se ha constatado en un estudio sobre la piperina (su principio activo). Antes de ingerir la infusión, no hay que olvidar que la cúrcuma puede interferir en medicamentos anticoagulantes y que también se debe estar alerta ante problemas de vesícula biliar.
Referencias
Aggarwal, B.B., Surh, YJ., Shishodia, S. (2007). The Molecular Targets and Therapeutic Uses of Curcumin in Health and Disease. Advances in Experimental Medicina and Biology. Vol 595. https://doi.org/10.1007/978-0-387-46401-5_3
