Publicado: diciembre 18, 2024, 12:10 pm
El primer ministro canadiense, el liberal Justin Trudeau , está bajo una creciente presión para que dimita después de que su ministra de Finanzas y estrecha colaboradora, Chrystia Freeland, dimitiera inesperadamente el lunes por un choque con él, lo que ha dado inicio a una de las peores crisis de sus nueve años en el poder. Esto llega en un momento en el que la popularidad de Trudeau está por los suelos : un 68% de los canadienses lo desaprueba y sólo el 28% lo respalda. Pero, ¿cuáles son los escenarios que se le plantean por delante al primer ministro? Si Trudeau renuncia, los liberales deberán nombrar a un líder interino para que asuma el cargo de primer ministro mientras el partido establece una convención especial para elegir un nuevo liderazgo. El desafío para el partido es que estas convenciones suelen tardar meses en organizarse y podría haber unas elecciones antes de eso, dejándoles en manos de un interino no elegido por los miembros. Esto nunca ha sucedido en Canadá. Los liberales podrían tratar de realizar una convención más corta de lo habitual, pero esa idea podría provocar protestas de los candidatos que sufrirían una desventaja. A diferencia de Gran Bretaña, donde los líderes de los partidos son elegidos por el bloque parlamentario y pueden ser expulsados rápidamente por sus propios compañeros, en Canadá es seleccionado por una convención especial de miembros . Por lo tanto, no existe un mecanismo formal del partido para remover a Trudeau si quiere quedarse. Dicho esto, si quienes componen su propio gabinete y un gran número de legisladores piden su renuncia, puede concluir que su posición es insostenible. Los gobiernos canadienses deben demostrar que cuentan con la confianza de la Cámara de los Comunes. Las votaciones sobre presupuestos y otros gastos se consideran medidas de confianza y, si un gobierno pierde una, cae . En prácticamente todos los casos, la campaña electoral comienza inmediatamente. Además, el ejecutivo debe asignar unos días en cada sesión a los partidos de la oposición para que puedan presentar mociones sobre cualquier asunto, incluida la moción de censura . Si todos los partidos votan en contra de los liberales, Trudeau caerá . Si un partido de la oposición se abstiene, permanecerá en el poder. La Cámara de los Comunes cierra por las vacaciones de invierno el martes y no vuelve a funcionar hasta el 27 de enero. Esto sugiere que lo más pronto que se podría celebrar una moción de confianza es a finales de febrero o marzo , ya que probablemente la oposición tardaría semanas en proponerla. El poder constitucional máximo reside en la Gobernadora General Mary Simon, representante personal del Rey Carlos III del Reino Unido , que ejerce como jefe de Estado de Canadá. En teoría, ella puede destituir a Trudeau, pero en la vida real esto no sucedería. «El gobernador general no destituirá a un primer ministro que todavía cuenta con la confianza de la Cámara de los Comunes», dijo Philippe Lagasse, profesor y experto constitucional de la Universidad Carleton de Ottawa. Los liberales tienen una minoría de escaños en la Cámara y, por lo tanto, dependen del apoyo de otros partidos para gobernar. Hasta ahora, los Nuevos Demócratas, de tendencia izquierdista, que buscan atraer a los mismos votantes que los liberales, han ayudado a mantener a Trudeau en el poder. Aunque el líder de los Nuevos Demócratas, Jagmeet Singh, está bajo presión para derrocar a Trudeau , las encuestas muestran que su partido, al igual que los liberales, sería aplastado por los conservadores de la oposición oficial en unas elecciones. Por lo tanto, puede decidir que mantener a un Trudeau en el poder en dificultades sirve mejor a sus propósitos. Trudeau podría prorrogar el parlamento, lo que pondría fin formalmente a la sesión actual y le daría un respiro. En este escenario, el regreso de la Cámara se retrasaría varias semanas, lo que permitiría al gobierno revelar un nuevo plan sobre cómo piensa dirigir el país . Aunque esto tendría la ventaja de retrasar cualquier moción de censura, podría enfadar aún más a los diputados de su propio partido , especialmente si Trudeau todavía fuera primer ministro.
