Publicado: marzo 24, 2025, 11:06 am
A pesar de un contexto marcado por la posibilidad de una escalada en la guerra comercial con Estados Unidos a raíz de la política arancelaria imperante en la Administración Trump, las empresas de la eurozona se muestran más optimistas tras el estancamiento del PIB experimentado a finales de 2024, que ponía sobre la mesa un agravamiento de la debilidad económica de la zona euro. Así se lee en el último informe sobre PMI manufacturero publicado por S&P Global, que concluye que la actividad empresarial en la eurozona ha crecido en enero por tercer mes consecutivo. Pero ¿qué es lo que mide exactamente este indicador? El PMI o índice gerente de compras globales es un estudio basado en una encuesta realizada a empresarios que brinda indicadores mensuales, actualizados y precisos de las tendencias económicas que predominarán en una economía, anticipándose a los datos oficiales. Para comprender las cifras que refleja el estudio, hay que tener en cuenta que un número inferior a 50 indica una contracción de la actividad del sector privado, mientras que un índice por encima de ese umbral señala una expansión. Exactamente, durante el mes de marzo se ha observado una ligera expansión en la actividad del sector privado de la eurozona, al registrase un aumento de la producción en 0,2 puntos, pasando de los 50,2 alcanzados en febrero a los 50,4 de marzo. Esta ligera subida, aunque leve, es la más rápida desde agosto del año pasado. Asimismo, y según se lee en el informe de S&P Global, la mejora general de la producción responde tanto al crecimiento del sector servicios , aunque ha sido moderado, como al de la manufactura , que destaca por cambiar de tendencia uniéndose al ritmo de expansión del anterior. Así, la producción manufacturera creció dejando ver «los primeros brotes verdes», como afirma el Dr. Cyrus de la Rubia , economista jefe del Hamburg Commercial Bank. En este sentido, el índice PMI de producción manufacturera de la eurozona registró por primera vez en dos años un aumento por encima del umbral de 50 puntos, que separa la expansión de la contracción, y el mayor desde mayo de 2022, pasando de los 48,9 puntos de febrero a los 50,7 actuales . En este sentido, si bien la mejora en el sector manufacturero puede responder al auge temporal del comercio con EE.UU. en previsión de los aranceles, De la Rubia destaca que la voluntad de Europa de invertir en defensa e infraestructura refuerza la esperanza de una recuperación sostenida. Por su parte, y a pesar de registrar el ritmo de expansión más bajo en cuatro meses, los proveedores de servicios permanecen por encima del umbral, situándose en los 50,4 puntos respecto de los 50,6 de febrero, lo que supone un aumento de la actividad por cuarto mes consecutivo. Si bien la actividad aumentó por tercer mes consecutivo, las empresas continuaron experimentando una disminución en los nuevos pedidos en el primer trimestre del año . Estos cayeron tanto en la manufactura como en los servicios, aunque «la caída en el primero fue la menos pronunciada en la secuencia actual de contracción que abarca casi tres años», indica el estudio de S&P Global. Con esta bajada, ya van diez meses consecutivos en los que la eurozona registra una disminución de los nuevos pedidos, manteniendo en marzo un ritmo de reducción prácticamente sin cambios desde febrero y, en conjunto, el más débil desde mayo de 2022. Asimismo, los nuevos pedidos de exportación también disminuyeron. El crecimiento de la producción hizo que las empresas de la eurozona pusieran fin a un período de pérdida de empleos que se remontaba a agosto de 2024. A pesar de esto, en términos generales los niveles de plantilla se mantuvieron prácticamente sin cambios en marzo, produciéndose un aumento más rápido del empleo en el sector servicios y una reducción más suave de la plantilla en el sector manufacturero. Todo esto, a pesar de las nuevas caídas de la plantilla en las dos mayores economías de la eurozona, Alemania y Francia. En cuanto a los precios, tanto los costes de los insumos como los cargos por producción aumentaron a un ritmo más lento. De la Rubia señaló que «los aumentos (…) siguen siendo moderados gracias a la disminución de los costes de la energía» . La tasa de inflación de los costes de los insumos se suavizó en marzo, siendo la más débil desde noviembre del año anterior y poniendo fin a una racha de cinco meses en la que el ritmo de aumento se había acelerado, lo que «indica una menor presión salarial «, añade De la Rubia. Precisamente, esto último es uno de los componentes clave de los costes de los insumos en el sector servicios. Por su lado, los costes de los insumos manufactureros aumentaron a un ritmo relativamente moderado. Sin embargo, «el BCE sigue manteniendo en el punto de mira numerosos riesgos , como posibles aranceles de represalia por parte de EE. UU., medidas para limitar la importación de productos procedentes de China y el aumento de los precios de los alimentos provocado por las condiciones meteorológicas extremas«, precisa el experto. Por ello, la suma de estos factores a la incertidumbre general »hacen que algunos miembros del BCE duden en recortar los tipos de forma demasiado drástica«.
