Publicado: octubre 9, 2025, 12:30 pm
Keyla Suárez, conocida por su participación en La isla de las tentaciones, denunció a través de redes sociales la agresión transfoba que sufrió hace unos días por parte de las trabajadoras de un local de productos de belleza de la capital, que no solo la increparon en repetidas ocasiones, sino que cuestionaron su identidad de género, refiriéndose a ella en masculino.
«Cuando ya me había ido, seguían insultándome, riéndose de mí y debatiendo sobre mi identidad», señaló la canaria, indignada, al inicio de su vídeo de TikTok. De acuerdo a su testimonio, los hechos se remontan al pasado viernes, cuando Keyla, de compras junto a una amiga por el centro de Madrid, decidió entrar a un establecimiento ubicado en Gran Vía para comprar un perfume y maquillaje.
Ya en la caja, la influencer se percató de que las empleadas hacían «caso omiso» a su presencia y, lejos de atenderlas, se probaban perfumes entre ellas, ignorándolas. En un momento dado, una de las empleadas saltó ante su insistencia y, sacando a relucir su transfobia, se refirió a ella «de forma despectiva» en masculino, solicitando a viva voz que la «sacaran» del local lo antes posible.
«Me di la vuelta y le dije que al tratarme en masculino ella estaba siendo una tránsfoba y volvió a gritar al de seguridad para que sacaran de la tienda a ‘este tío'», apuntó Keyla. El conflicto no tardó en escalar, ya que la encargada se sumó a la discusión, increpando también a la extentadora e, incluso, «empujándola» contra la caja.
Ante esta situación, la influencer solicitó una hoja de reclamaciones al considerar que no solo vulneraban sus derechos al poner en duda su identidad, sino que además las dependientas, que llamaron a la Policía, la hacían sentir como si el «problema» fuera ella. «Lo peor de todo es que me estaba haciendo sentirme a mí como la loca, que yo tenía el problema», explicó Keyla, asegurando que permaneció «retenida» durante una hora, a la espera de la llegada de los agentes.
En su vídeo, que no ha tardado en hacerse viral, Suárez señala que grabó las reacciones de otros clientes, incrédulos ante los desplantes de las empleadas, para dejar constancia del carácter tránsfobo de la agresión. De hecho, según cuenta, cuando llegaron los agentes, estos llegaron a la conclusión de que Keyla había sido la víctima de la situación.
«Estoy cansada porque es una situación que, por desgracia, voy a tener que seguir viviendo hasta el día en que ya no esté en este mundo», lamentaba la influencer, quien, tras señalar la supuesta «transfobia» de la empresa, hizo un llamamiento para que se despidiese a las empleadas de forma disciplinaria. «Es que no me lo puedo, estoy flipando».
