Días después del accidente aéreo de un avión de pasajeros azerí, que viajaba desde Bakú a la ciudad chechena de Grozni (Rusia), las autoridades y los investigadores tratan de esclarecer las causas que provocaron que la aeronave, en la que viajaban 67 personas, se estrellase en Kazajistán tras desviarse de su rumbo original.
Los resultados preliminares de la investigación apuntan a que la aeronave «sufrió interferencias físicas y técnicas externas» en su trayecto, según ha anunciado la aerolínea del avión, Azerbaijan Airlines (AZAL). Los investigadores azeríes, de hecho, apuntan a que el accidente se habría producido después de que un sistema de defensa aéreo ruso dañase el avión cuando sobrevolaba Chechenia, lo que habría provocado la tragedia.
En el centro de todo lo que ocurre en Chechenia se encuentra Ramzán Kadyrov, la máxima autoridad política y militar del territorio, y hombre fuerte de Putin en el sur del país. Las incógnitas sobre lo sucedido se disparan mientras los investigadores azeríes, kazajos y rusos tratan de esclarecer los hechos y la posible responsabilidad rusa en el accidente, como apuntan Azerbaiyán y numerosos medios internacionales.
La convulsa historia de Chechenia, a los pies del Cáucaso, en el sur de Rusia
Tras 17 años ejerciendo el poder con mano de hierro con el apoyo de Putin, bajo un liderazgo autoritario y con un largo historial de acusaciones por violencia y represión, Kadyrov es la máxima autoridad política y militar de Chechenia. El territorio, situado a orillas de las montañas del Cáucaso, ha tenido una historia compleja marcada por la inestabilidad y los conflictos violentos, principalmente contra Rusia.
Primero contra la Rusia zarista, después contra la URSS (que dominó el territorio a través de una brutal represión contra los chechenios) y por último contra la Federación Rusa, lo que desembocó en dos guerras chechenas.
Durante el segundo conflicto, a principios del siglo XXI, un Putin recién llegado al poder nombró a Akhmad Kadyrov, un exlíder separatista que había cambiado de bando para alinearse con Moscú, como líder del territorio. Tres años después de su asesinato en un atentado, su hijo Ramzán ascendió al poder apoyado por Putin para someter al territorio.
Kadírov, el «soldado raso» de Putin que gobierna Chechenia con mano de hierro
Con plenos poderes sobre el territorio y su población, Kadyrov ha gobernado Chechenia con mano de hierro durante los últimos 17 años en los que ha implementado un control férreo sobre las instituciones y los medios de comunicación, una brutal represión sobre la disidencia (su régimen ha sido acusado de torturas y ejecuciones arbitrarias) y una estricta islamización de la vida pública en todo el territorio.
Su autoritarismo, la violencia sistemática contra la disidencia y las vulneraciones de derechos humanos en Chechenia lo han convertido a ojos de Occidente en un «señor de la guerra» del Kremlin. Kadyrov es considerado una pieza clave para que Moscú mantenga el control sobre la región (históricamente violenta y separatista), un lugar estratégico a los pies del Cáucaso y en la conflictiva frontera con Georgia.
Kadyrov (Chechenia, 1976) se considera a sí mismo un «soldado raso» de Putin: además de presidente de la república chechena integrada en Rusia, es el coronel general de la Kadírovtsi, un cuerpo paramilitar prorruso encargado de mantener el control de la región.
Su lealtad inquebrantable a Putin lo han convertido en uno de sus colaboradores más estrechos, aunque en el Kremlin también son conscientes de que es una figura clave para la estabilidad en Chechenia y su lealtad a Moscú es capital para los intereses del presidente ruso. De hecho, Kadyrov ha criticado, sin consecuencias, algunas acciones militares de Rusia en Ucrania, aunque sin cuestionar su lealtad a Moscú.
Azerbaiyán acusa a Rusia de atacar el avión estrellado
El accidente del avión de Azerbaijan Airlines ha vuelto a poner a Chechenia y al régimen de Kadírov en el foco: los investigadores azeríes aseguran que fueron disparos de un Pantsir-S1, un sistema de defensa aérea ruso, lo que dañó la aeronave cuando sobrevolaba Chechenia y por lo que tuvo que cambiar su rumbo para terminar estrellándose en Kazajistán.
Las autoridades rusas aseguran ahora que el espacio aéreo de Grozni estaba cerrado por maniobras de defensa aérea contra drones ucranianos, pero el portavoz del Kremlin ha rechazado hacer más valoraciones hasta que la investigación oficial concluya.
Desde Azerbaiyán, las autoridades han exigido que Rusia rinda cuentas por el accidente tras encontrar indicios de que un ataque ruso habría provocado el accidente, incluyendo agujeros de proyectiles en el fuselaje del avión. El portavoz del gobierno azerí ha exigido una disculpa oficial y que Rusia explique por qué no permitió el aterrizaje en otros aeropuertos del sur de Rusia: «Si alguien piensa que somos aliados de Rusia y, por lo tanto, cerramos los ojos ante todo, entonces está equivocado», explicó Rasim Musabayov al The New York Times.
Desde Chechenia, el gobierno de Kadyrov habría ofrecido ayuda a Azerbaiyán para esclarecer los hechos, pero las autoridades azeríes la rechazaron de forma tajante y se limitaron a exigir que Rusia asuma responsabilidades por el accidente, según ha publicado el medio azerí Caliber.