Publicado: septiembre 1, 2025, 10:30 pm
El año 2024 llegó a su fin de la peor forma posible para Jordi Wild, quien, a finales de noviembre, sufrió un duro y doloroso revés por el fallecimiento de su padre, conocido en redes como «Papa Giorgio», a la edad de 71 años. Y es que, aunque ya ha transcurrido cerca de un año desde entonces, el youtuber aún tiene muy presente en su vida a su progenitor.
Un claro ejemplo de ello fueron las bonitas palabras que Jorge Carrillo de Albornoz, nombre real del influencer, decidió dedicarle a su difunto padre el pasado sábado, día 30 de agosto, con motivo de la celebración de su 41 cumpleaños. Una fecha muy señalada que él mismo reconocía que no le «apetecía demasiado» conmemorar al ser su primer aniversario sin él.
«Pero, en fin, no queda otra que tirar para adelante», admitía Jordi Wild finalmente en su última publicación de Instagram, acompañándose de un tierno carrusel de fotos rodeado de su familia, su pareja y su círculo de amigos más cercano. «Muy agradecido de tener a mi gente a mi lado un año más, y feliz por su apoyo en los malos momentos», expresó.
Entre sus fotografías, destaca el protagonismo de la mascota del youtuber, a la que aparece sosteniendo en brazos llevando un gorrito de fiesta, así como algunos detalles que marcaron el tono desenfadado de la fiesta, tales como la ingeniosa tarta con la que sopló las velas, decorada con una imagen suya de espaldas y sin camiseta, o los regalos que recibió ese día.
«Regalitos, familia, amor y unas buenas veladas con mi crew son la mejor terapia posible», concluía el creador catalán en su post, en el que, en último lugar, incluyó una tierna instantánea junto a sus padres, tomada en uno de los cumpleaños de su niñez. «Y siempre mi papá conmigo, allí donde esté», escribía, recordando al que fuera el mayor pilar de su vida.
Por último, el youtuber aprovechó la ocasión para agradecer a sus seguidores los mensajes de cariño y felicitación recibidos en las últimas horas. «Os mando un abrazo, un beso y os debo una cerveza», bromeaba Jordi, intentando poner la nota de humor a un cumpleaños un tanto agridulce para él.