Publicado: diciembre 12, 2025, 8:30 am
«Delante de ella tienes que ser fuerte porque también necesita ser positiva y creer», defendió el exfutbolista del Barça Jordi Cruyff al hablar del mal momento que vivió cuando a su hija Danae le diagnosticaron cáncer con 18 años.
Así lo rememoró en Stick to Football, pódcast de The Overlap en el que Gary Neville, futbolista y uno de los presentadores, recordó de la etapa en la que el también exentrenador desapareció de forma «un poco misteriosa» y nadie sabía qué motivos familiares tenía.
En ese momento, apuntó que estaba jugando en el Barcelona F. C. y acababan de ganar la Liga. Por ello, dejó que todo el mundo disfrutara de ese logro y, al día siguiente, habló con el presidente para decirle «siento que ya está, he cumplido con mi parte».
De este modo, dejó el fútbol durante un tiempo, aunque ya «estaba hablando con clubes para volver a entrenar». Pero vivir «el momento más difícil» de su vida al enterarse de que su hija tenía cáncer le hizo «tomar decisiones». «Pensamos que el fútbol es lo más importante del mundo, pero luego la realidad te da un bofetón. Ahora veo las cosas de una manera diferente a como las veía antes», opinó.
De hecho, Jordi Cruyff aseguró que el futbolista Luis Enrique le ayudó mucho, pues él vivió algo parecido: «Cuando él habla de ello, ayuda a mucha gente, incluso sin saberlo. Su fuerza, la forma en que habla de ello, la forma en que intenta seguir adelante… Admiro eso muchísimo».
Además, el neerlandés afirmó que, durante más de un año estuvo sin ver fútbol, porque su «cabeza no estaba para eso», solo se centraba en estar con su hija y preocuparse de su tratamiento.
Cruyff recordó que la muerte de su padre, pero no lo pasó tan mal como con la enfermedad de su hija porque considera que «el orden correcto y normal es: abuelo, padre, hijo y hacia abajo». Por ello, «en cierto modo estaba muy enfadado con el mundo y decía ‘esto no es justo, no debería ser así, debería irme yo, no ella'».
No obstante, sostuvo que después despertó y vio el lado positivo, que ella seguía viva y no se podía quejar, pues sabía que había otras personas que habían perdido a su hija: «¿Y quién soy yo para estar enfadado? No puedo estar enfadado. Necesito estar agradecido. Que es probablemente el punto en el que ya estoy desde hace un tiempo».
«Delante de ella tenías que ser fuerte porque ella también necesitaba ser positiva y creer… Bueno, seamos honestos, ella es probablemente más fuerte que yo«, apuntó.
En ese momento, Danae apareció en el pódcast y explicó que actualmente está «muy bien y sana, que es lo más importante», y destacó tanto los momentos malos («tuve que aprender a caminar de nuevo tras mi trasplante, con metal y tornillos en mi pierna») como los divertidos («mi padre era muy estricto, pero bromeábamos sobre no tener pelo»).
