Publicado: agosto 20, 2025, 7:30 pm
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha ordenado este miércoles «acortar» el plazo de preparación previo a que las tropas invadan la ciudad de Gaza. Esta decisión viene dada en el momento en el que el Ejército israelí ha confirmado que «ya controla las puertas de la ciudad», donde se refugian un millón de palestinos, pero la orden no tiene fecha exacta para su inicio.
«De cara a la aprobación de los planes para la operación en la ciudad de Gaza, el primer ministro Benjamín Netanyahu ordenó acortar los plazos para la toma de los últimos bastiones terroristas y derrotar a Hamás«, ha detallado en un comunicado la Oficina del mandatario.
Por su parte, el portavoz militar israelí Effie Defrin ha señalado que han empezado «las operaciones preliminares en las primeras etapas de la ofensiva en la ciudad de Gaza». Defrin ha apuntado que la invasión de la capital gazatí marca el inicio de la «Fase 2» de la Operación Carros de Gedeón (el nombre que Israel dio a la renovación de su ofensiva en Gaza tras romper el alto el fuego el pasado 18 de marzo).
No obstante, el portavoz no ha hecho ninguna alusión respecto a las órdenes del primer ministro israelí, aunque sí ha anunciado sobre la llegada de refuerzos en algún momento. «Fuerzas adicionales se unirán a los combates en el futuro próximo», según ha asegurado. También ha indicado que ya hay tropas apostadas en el barrio periférico sureño de Zeitún y en localidad de Yabalia (al norte de la ciudad de Gaza).
Por otro lado, según fuentes gazatíes, los ataques y bombardeos se han incrementado en estos dos puntos, así como la demolición de viviendas. Además, el Ejército israelí ha llamado a filas a 60.000 reservistas, según un comunicado de Defensa.
Desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023, más de 62.000 palestinos han sido asesinados , según datos del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, si bien esta cifra podría ser conservadora. Entre ellos hay 18.000 niños.
Además, cerca de dos millones de gazatíes se han visto forzosamente desplazados, muchos múltiples veces, y desde entonces la mayoría malvive en tiendas de campaña dentro de un enclave en la que han sido destruidas casas, colegios y hospitales.
