Publicado: diciembre 17, 2025, 11:30 am
Ya sea por sus innumerables momentos virales o por el caos que se respira en el directo, La casa de los gemelos 2 sigue dando mucho qué hablar en redes sociales. No obstante, incluso el reality más flexible con las normas necesita imponer ciertos límites y, ante la agresión de José Labrador, los hermanos Daniel y Carlos Ramos no dudaron en tomar medidas.
Fue el pasado domingo, 14 de diciembre, cuando el exprotagonista de Gandía Shore se abalanzó sobre la drag queen Cherilyn Divine en medio de la cena, lanzándole su comida y arrancándole la peluca. Una escena de lo más violenta que llevó a La Falete a intervenir para separarlos y al equipo de seguridad a sacar forzosamente al valenciano de la casa.
Ante la gravedad de lo ocurrido, ZonaGemelos comunicó ese mismo día la expulsión disciplinaria de Labrador, una drástica medida que ha generado reacciones de todo tipo entre los seguidores del formato y ha provocado la marcha forzosa de quien ejerciera como ‘el verdugo’, Coto Matamoros, muy disconforme con la gestión de la polémica por parte de la organización.
Por su parte, la exministra de Igualdad Irene Montero tampoco ha querido pasar por alto lo que, a su juicio, se trataría a todas luces de una agresión LGTBIfóbica, enmarcada dentro del discurso homófobo que, según ella, impera entre algunos de los integrantes de la casa y que, dada la propia repercusión del formato, puede llevar a «normalizar» la discriminación y el rechazo hacia la comunidad LGTB.
«Seguro que ya lo habéis visto, pero el otro día estaban Misha y Labrador comentando que hoy en día los heteros, las ‘personas normales’ como las llamaban ellos, eran los que estaban siendo discriminados», destacaba la eurodiputada en su vídeo, comparando esta conversación con la agresión «por puro odio» a Cheryilyn, a la que define como «un travesti».
«Primero le lanzó un tarro y luego fue a por él a pegarle. Por suerte, pudieron separarlos», relató. Aunque valoró positivamente la expulsión de Labrador del programa, Montero puso el foco en la oleada de apoyo que habría surgido en torno a su figura en redes. «Para mí este es el problema: hay muchos ‘Labradores’ que se creen que lo suyo no es odio, sino solo una opinión y que, además, los demás tenemos que respetar y callarnos».
Y es que, según explicó, este tipo de prejuicios o «ideas» que promueven la creencia de que «las personas LGTBI piden por pedir», que sus derechos ya están completamente protegidos y que, ahora, «los hombres heteros son los discriminados» supone, en realidad, el primer paso hacia el odio y la violencia contra la comunidad, llevando a extremos como el de «asesinar a las personas LGTBI, como hicieron a Samuel al grito de ‘maricón'».
De esta forma, la portavoz parlamentaria de Unidas Podemos sostiene que es preciso señalar públicamente este tipo de actitudes para evitar convertirse en «cómplices» de esta violencia. «Es importante cortar desde el principio los discursos de odio, no darles tregua ni creer que son opiniones o bromas», sentenció. «Hoy es un comentario y mañana, una agresión».
